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Educación

Investigación de la UN, llamada al orden

¿Qué se investiga? ¿Quiénes lideran el desarrollo en ciencia, tecnología y creación artística? ¿En qué ámbitos se tiene liderazgo? La Vicerrectoría de Investigación de la UN quiere poner mayor orden en casa, por eso construye agendas del conocimiento. El primer logro es la identificación de las capacidades de investigación.

Docentes de la Universidad Nacional de Colombia: 2.993. Nivel de formación académica: 27% doctorado, 44% maestría, 10% especialización, 9% especialidad médica y 10% es profesional universitario. Principales rangos de edad: 33,7% entre los 30 y 39 años, 29% entre 40 y 49 años y 35,1% entre 50 y 59 años. Cuántos se dedican a la investigación: 1.882.

Datos como estos se consolidaron por el trabajo que desarrolla la Vicerrectoría de Investigación de la UN, que construye las agendas del conocimiento. El objetivo es saber cómo ha sido y es la investigación en ciencia, tecnología y creación artística en la Institución para proponer su proyección en el tiempo.

El primer resultado es la entrega de un modelo de indicadores múltiples y complejos, que duró año y medio en su construcción. Este permite describir las capacidades actuales de investigación de la alma máter. Se trata de un modelo conformado por dos módulos.

El primero es la medición del capital intelectual. Se acudió a la revisión de los escasos indicadores previos que existían, que no daban cuenta de las actividades de investigación de la Institución, pero que sirvieron de pauta para saber el camino a tomar.

Con este trabajo se logró tener el 90% de los indicadores propuestos para el nuevo modelo, así como generar otros procedimientos para la recolección, cruce y depuración de la información, que proceden de bases de datos tanto internas como externas. Estos resultados se han compartido con la comunidad académica en el libro Capacidades de investigación en la Universidad Nacional de Colombia 2000"2008; una aproximación desde el capital intelectual.

El segundo módulo se centra en la identificación de capacidades, mediante portafolios temáticos que permitan conocer las competencias específicas de la Institución. ¿Para dónde se va?, ¿con quiénes se cuenta?, ¿qué potencial existe? Son preguntas que se responderán en la medida que se afiance esta clase de información.

El vicerrector de Investigación de la UN, Rafael Molina, sostiene que el análisis de las capacidades de investigación es solo una de las siete herramientas que se utilizan para construir las agendas de conocimiento, que se constituirán en el referente de planeación de las labores de investigación y extensión en los próximos años en la Universidad.

Añade, además, que las agendas constituyen la propuesta que la Institución le ofrece al país y que requiere el consenso de la comunidad académica y de otros actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, necesarios para su validación, apropiación, implementación y financiación. "El escenario para la construcción de agendas del conocimiento cuenta como elemento transversal la generación de una visión compartida de futuro. Es un trabajo colectivo".

En la actualidad, según afirma el vicerrector, la comunidad científica de la UN está lo suficientemente madura como para responsabilizarse ante un proyecto de estas magnitudes, pues el objetivo es que las agendas del conocimiento sean utilizadas, desarrolladas, enriquecidas y potenciadas por los investigadores.

Crecimiento

La pormenorizada indagación realizada en la agenda sobre capacidades de investigación arroja datos reveladores en cuanto al crecimiento de la producción intelectual que ha tenido la Universidad Nacional en las últimas décadas.

Es de destacar el aumento en producción y visibilidad internacional a través de las bases de datos científicas como ISI WoS. En el año 2000, la UN publicó 15 artículos en este importante medio. En 2007 fueron 368.

En conjunto, otras instituciones del país se han mantenido estables en su producción desde el 2000, mientras que la UN muestra un crecimiento significativo. (Ver recuadro Crecimiento de la producción y visibilidad internacional de la UN).

El profesor Molina asegura que es vital conocer datos como la cantidad de grupos de investigación que hay en la UN, pero, dice, estos son solo una pequeña parte de los indicadores necesarios para dar cuenta de la real complejidad del sistema de investigación. El cruce entre múltiples variables es el que arroja datos reveladores e interesantes sobre cómo evoluciona el quehacer científico, tecnológico y artístico en la UN.

Por ejemplo, se destaca el hecho de que del 25% de los grupos de la UN registrados en Colciencias hay 159 que corresponden a grupos intersedes, "grupos que fueron capaces de romper el muro de su laboratorio, de su facultad e incluso de su sede para buscar alianzas e intercambios con investigadores de otras regiones", anota Rafael Molina.

La identificación de las áreas del conocimiento en que trabajan los grupos de investigación es una tarea clave y necesaria para conocer las capacidades de investigación. El trabajo no es fácil según se detectó en el desarrollo del proyecto, pues existen dificultades para llegar a un consenso sobre una clasificación que responda a las necesidades de todos.

Al hacer la categorización y teniendo en cuenta lo expresado por los docentes, en la Universidad existen unas dos mil líneas de investigación. Sin embargo, los grupos, al registrarse en la plataforma ScienTI, de Colciencias, deben seleccionar sus áreas de trabajo según los programas nacionales de CyT, lo que delimita a términos reales las líneas en las que se investiga, que son cerca de 700.

Conectados

El profesor Molina dice que los investigadores deben estar conectados con los planes de desarrollo nacionales, regionales y locales; con los planes decenales de los ministerios; con el Conpes, y con Colciencias. Agrega que el papel de la comunidad académica debe ser el de entablar una comunicación de doble sentido con los responsables del desarrollo del país, liderando o proponiendo nuevos escenarios para el progreso nacional.

La profesora Marcela Sánchez, coordinadora técnica del estudio de las capacidades de investigación de la UN, asegura que si se mira esta clase de datos de forma objetiva, se puede evidenciar un gran potencial en la Institución, pero todavía falta precisar en qué se es realmente bueno.

"Sabemos que hay investigadores excelentes, que tenemos muchos laboratorios, que ciertas áreas están más fortalecidas. Identificar las capacidades de investigación nos permite consolidar ciertas áreas e impulsar otras que tienen menos fortalezas y menos personas", dice Sánchez.

"Conocernos mejor es adquirir conciencia de nuestras capacidades y limitaciones, darnos cuenta de que podemos ser mejores en espacios que no habíamos contemplado. Por eso, la Universidad Nacional de Colombia, con la construcción de las agendas del conocimiento, quiere adquirir mayor conciencia de su potencial" concluye el vicerrector.