La institución de educación superior más importante del país es cada vez más un referente para otras naciones de la región, no solo como lugar de destino de estudiantes extranjeros, sino porque desde ella parten otros estudiantes, cada año, hacia diferentes latitudes connacionales que quieren desarrollar investigación con la impronta de la U.N.
Así los estima Reinhard Babel, coordinador del Servicio Alemán para el Intercambio Académico (DAAD) en Colombia, quien afirmó que además del atractivo que constituye su campus universitario para los jóvenes alemanes, la presencia de la U.N. en las distintas regiones del país (desde San Andrés hasta Leticia, pasando por Tumaco, Arauca y el Eje Cafetero), garantiza oportunidades invaluables tanto en lo académico como en su formación sociocultural.
"A ellos les gusta mucho conocer la realidad social y la Universidad Nacional de Colombia, en ese sentido, representa una gran ventaja por sus ochos sedes", subrayó.
El sentir del delegado alemán se produjo en desarrollo de la extensión de la rendición permanente de cuentas de la Universidad ante gremios, organizaciones privadas, la banca, entre otros.
La movilidad entre estudiantes colombianos y alemanes va en aumento. De los más de 200 estudiantes germanos que se han inscrito para realizar un programa en Colombia, la U.N. es la que más jóvenes ha recibido, con cerca de 70 alumnos.
Por otro lado, 872 colombianos han sido beneficiados con becas para realizar estadías en investigación, cursos de maestría y doctorado en ese país.
De igual manera, la U.N. alberga aproximadamente 350 estudiantes extranjeros, además ha ejecutado nuevos convenios con países que -académicamente- no aparecían en los radares de Colombia como Irán, Turquía y Corea.
Centro de pensamiento para la paz, en lista mundial de Think Tank
Un capítulo aparte es la Institución como referente en temas de paz, con el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz, uno de los 13 creados por la Universidad, que además "está entre los 100 más importantes en el mundo", subrayó el rector de la U.N., el profesor Ignacio Mantilla.
Al respecto, la viceministra de Educación, Natalia Ariza Ramírez, afirmó que la U.N. está desarrollando las herramientas para enfrentar los peores rasgos que ha dejado la guerra, y además "es la llamada a decirnos qué hay que hacer en el posconflicto".
Agregó que los esfuerzos de la U.N. en infraestructura, así como con el programa Peama, (Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica) están garantizando la presencia de la Institución en todas las regiones con conocimientos de alta calidad para permear todo el país en la era del posacuerdo.
El Peama, dirigido a los jóvenes de las regiones más apartadas y vulnerables del país para que puedan tener las mismas oportunidades de los jóvenes que acuden a la Sede Bogotá, ha graduado a 76 estudiantes.
La viceministra de Educación, finalmente, subrayó que, ante los desafíos del país en las regiones, las sedes de la Universidad y en particular sus programas de ciencias agrarias cumplirán un papel trascendental.
El senador Ángel Custodio Cabrera, destacó la adecuada inversión hecha por la Universidad, traducida en sus obras de infraestructura, en particular con el Hospital Universitario Nacional, el primero en 150 años de historia de la Institución.
Además, sugirió, la creación de otras fuentes de financiación para darle mayor soporte a la universidad pública más importante del país. "De los 100.000 millones de pesos que recibirá la Institución en los próximos años, hay que traerlos a hoy "eventualmente como vigencias futuras- para hacer las obras de infraestructura, aumentar las sedes y que sirva a la comunidad universitaria".