Inteligencia artificial impone retos a la edición académica
Panel “Automatización de tareas y futuro en la edición académica: ¿remplazaría la IA las tareas editoriales como corrección de estilo y generación de artículos?”. Foto: Editorial UNAL.
Panel “Automatización de tareas y futuro en la edición académica: ¿remplazaría la IA las tareas editoriales como corrección de estilo y generación de artículos?”. Foto: Editorial UNAL.
En la vida cotidiana los bots operan de forma natural para hacer tareas repetitivas. Foto: Nicol Torres, Unimedios.
Los bots operan de forma natural en la vida cotidiana, y en la academia se reconocen estas IA listas para hacer tareas repetitivas, ¿pero qué pasa cuando su participación entra en la escritura de textos académicos y científicos?
Durante su intervención en el panel “Automatización de tareas y futuro en la edición académica: ¿remplazaría la IA las tareas editoriales como corrección de estilo y generación de artículos?, el profesor Andrés Pavas, director Nacional de Bibliotecas de la UNAL, indicó que el Comité de Ética de las Publicaciones (COPE) considera que la IA no puede ser autor porque para ello se requiere de una contribución especial a una investigación y al manuscrito, además de la responsabilidad sobre lo que se está escribiendo.
“La humanidad tiene una de las maneras de expresión más complejas y más elaboradas: la escritura. Aunque las herramientas de IA llevan con nosotros muchos años, ahora la reflexión gira en torno a cómo la vamos a abordar en escenarios constructivos, que se reconozcan sus posibilidades, alcances y limitaciones, y cómo reflexionaremos sobre la autoría, la contribución y la responsabilidad”, anotó.
Según Zyanya Ruiz, jefe del Departamento de Publicaciones del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “en lo que hacemos actualmente en la academia hay una edición colaborativa, pues le cedemos cierta autoría a la IA”.
“Eso no lo podemos decidir nosotros los académicos, pues depende de la legislación en autoría de cada país. Sin embargo, lo que dice el Comité de Ética de Publicaciones (COPE) ya es un precedente en términos de autoría, la IA es copiar, pero no muy lejano a las prácticas humanas. Siempre ha existido esta práctica, pero ahora con diferentes formatos”, expresó.
A esta intervención se sumó el aporte de Alejandra González, de la Editorial Digital del Instituto Tecnológico de Monterrey (México), quien señaló: “no hay una regla única que nos resuelva el tema. Incluso debemos tener discriminaciones manuales cuando la IA nos marca copias del 30 % porque el conocimiento es un proceso de acumulación en que pensamos sobre lo pensado”, manifestó.
En el panel “La creación de la inteligencia artificial en los procesos: licencias y derechos de autor” se reflexionó sobre si la IA está dotada de protección de derechos de autor. La conversación fue moderada por Fabián Peña, abogado de la Vicerrectoría de Investigación (VRI) de la UNAL.
Carolina Romero, directora del Centro Colombiano de Derechos de Autor, indicó que frente a esto el foco siempre será la condición de ser humano. “No perder a la humanidad para entender que estas tecnologías deben de estar al servicio del ser humano y no al revés (…) El derecho de autor es antropocéntrico”, subrayó.
Fredy Forero, gerente de Derechos de Autor del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), agregó a la discusión diciendo que “en Colombia se debe formar en creatividad desde los colegios”.
“No sabemos cuándo somos creativos. No sabemos qué es inspirar y qué es copiar. Ahora hay que plantearnos en qué nos centramos en la investigación científica. ¿Es válido que un estudiante me presente una monografía en la que no va más allá del estado del arte?”, planteó.
José Daniel Rengifo, abogado de propiedad intelectual de la VRI, estuvo de acuerdo en que la IA es una herramienta que está a la disposición del uso humano: “no creo que la normatividad de derecho de autor sea insuficiente por ahora. Es un esqueleto sólido que puede ser enriquecido por política pública, pautas éticas y jurisprudencia”, indicó.
En la apertura del evento, el profesor Leonardo Alberto Amaya, director de la Editorial UNAL, manifestó que “los aportes de los expertos académicos y profesionales del libro son valiosos frente a los retos y oportunidades que la IA representa para la creación, revisión y distribución de productos editoriales”.