El evento fue instalado por el ingeniero Álvaro Jaime González, vicepresidente en Sur América, con sede en Colombia, de la International Society for Rock Mechanics, quien dijo que el objetivo del seminario es presentar los últimos avances en ingeniería y mecánica de rocas.
"Entre los avances más significativos, básicamente hay uno que se llama mecánica de rocas inteligente, que es por medio de instrumentación y seguimiento por computador, para deducir el comportamiento de los macizos rocosos y la aplicación de las obras civiles y de ingeniería", explicó González.
"Hay dos formas de reconocer los modelos mecánicos de roca no lineal: uno es aprender a través de redes neuronales o apoyo de máquina de vector y otro es reconocer sus coeficientes, mediante programación genética", afirmó Xia Ting Feng, vicepresidente general de la Sociedad Internacional de Geotecnia.
El experto anunció que las muestras que se utilizan para el aprendizaje o el reconocimiento de los modelos y parámetros son realizados en laboratorio y en pruebas in situ o monitoreo de desplazamiento y excavación de la zona de daños. Es la última tecnología, en la cual se instrumenta el terreno durante la construcción de obras, y con algoritmos de computador se va recopilando el comportamiento real y luego se trata de deducir el comportamiento futuro a partir del comportamiento observado. Esto requiere instrumentación y computación muy sofisticada y ya se está aplicando exitosamente en China.
El señor Nuno Grossmann, vicepresidente para Europa de la Sociedad Internacional de Geotecnia, con sede en Portugal, presentó algunos logros de la articulación estadística para lograr la descripción de los principales parámetros de los conjuntos (actitud, intensidad, área y diafragma).
Los estados de esfuerzos en la corteza terrestre que influyen en todas las obras en rocas y suelos, el comportamiento de las rocas, su geometría y su resistencia son estudiados por la mecánica de rocas y se puede aplicar a la construcción de obras.
Según los invitados, la evaluación y aplicación de estos principios y prácticas no es nada fácil, dado que las rocas y suelos son materiales naturales, producto de millones de años de procesos sobre los cuales el hombre tiene escasa influencia, por ello hay que tomarlos como están e investigarlos.
"Pero la ingeniería y la mecánica de rocas, contra lo que cree mucha gente, no son ciencias exactas, y a veces, aunque no lo deseamos ni lo buscamos, las cosas fallan, bien por errores humanos, bien por factores conocidos que no se tuvieron en cuenta, por condiciones no previstas o por una combinación de todas y entonces ocurren problemas", advirtió González, quien durante su conferencia sobre las fallas de los Túneles de Chingaza en 1997 abordó el problema del espesor del revestimiento y el método para colocarlo.
"Las fallas ocurrieron en sitios que tienen concreto lanzado, delgado (7 a 10 cm), que lo denominamos revestimiento temporal, y el que se está haciendo en concreto convencional definitivo adicional al anterior (espesor mínimo 25 cm)", concluyó.
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