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"Para que esto sea posible será necesario contar con empresas, pero ya podemos comenzar a pensar que Colombia podría tener el primer Instituto Fraunhofer del país, en Bogotá", expresó la profesora Montoya.
El anuncio se produjo luego de que una decena de representantes de esta sociedad alemana recorrieran el campus de la U.N. en Bogotá para apreciar, de primera mano, el potencial académico e investigativo de la Institución. De hecho, tuvieron la oportunidad de conocer los principales laboratorios y una parte del sistema de bibliotecas, además les presentaron estadísticas y datos de los escalafones que ubican a la U.N. como la Institución de educación superior pública más importante en investigación del país.
Así mismo, Eckart Bierdümpel, director de la sede principal de la Sociedad Fraunhofer, le dijo a la Agencia de Noticias de la U.N. que los posibles convenios que se firmarían, se definirán luego de enlazar los intereses de los 67 institutos de investigación de dicha sociedad con las prioridades de los empresarios y científicos colombianos.
"Hay un gran potencial en Colombia, hemos conocido muchos temas, pero se debe saber que Fraunhofer tiene intereses variados y será necesario conocer cuáles de nuestros trabajos y temas clave se relacionan con aquellos que están avanzando en Bogotá, Medellín, Bucaramanga o Cali, las ciudades que conoceremos", dijo Bierdümpel.
Colombia tiene un gran vacío en investigación aplicada. Esto quiere decir que puede tener muchas y buenas ideas en el laboratorio o luego de terminar investigaciones básicas, pero se le dificulta usar esas ideas, consolidarlas en un producto que llegue a la industria y finalmente a los hogares. Ahí es donde la Sociedad Fraunhofer es fuerte y líder, de hecho, en promedio saca al mercado tres inventos diarios.
Asimismo, financia aproximadamente el 70 % de su operación con contratos de investigación con la industria y orienta su trabajo dependiendo de las necesidades de los empresarios, tanto privados como públicos.
Igualmente, uno de los temas principales que fueron expuestos a los representantes alemanes, y donde podría esperarse su participación, fue el alcance que tendrá el Parque Científico y Tecnológico de Bogotá.
"La ciudad debe definir en qué quiere trabajar y quien tenga ideas para respaldar su propuesta tendrá que hacer sus contribuciones; las universidades aportarán su conocimiento y su capacidad en investigación", agregó la profesora Montoya. La idea es que el parque esté conectado al segundo proyecto de la U.N., que es el desarrollo de un anillo de innovación que conectaría a la ciudad de Norte a Sur, desde la carrera 13 hasta la 26 y de la carrera 30 hasta el aeropuerto, en una extensión de 750 hectáreas.
"Queremos que el posible centro de Fraunhofer, en caso de que sus directivas decidan apostarle al país, quede en Bogotá, lo financie la ciudad y esté ubicado en este parque que promoverá la innovación", concluyó la vicerrectora Dolly Montoya.