Ingeniera civil de la UNAL entre los 30 jóvenes y líderes europeos según Forbes

De este prestigioso listado han formado parte jóvenes como Malala Yousafzai, quien se convirtió en un símbolo internacional de la lucha en pro de la educación de las niñas, después de que en 2012 le dispararan por oponerse a las restricciones de los talibanes a la educación de la mujer en Pakistán, y por cuyo activismo recibió en 2014 el Nobel de la Paz, convirtiéndose en la persona más joven de la historia en recibir el Premio, en cualquier categoría otorgada.

La ingeniera Díaz, quien creció en el barrio Bosa de Bogotá y ahora reside en Ginebra (Suiza), señala que “por ser la única colombiana en la lista, considero que este es un reconocimiento no solo para mí, sino también para el potencial que existe en cada rincón del país, lleno de talentos pero que muchas veces se desaprovechan por falta de acceso a oportunidades. También es un reconocimiento para las personas que me han guiado hasta aquí, incluyendo por supuesto a mi familia y a los profesores y compañeros de la Universidad Nacional de Colombia”.

Con respecto al programa PSI, explica que “este proporciona una hoja de ruta global para desarrollar y expandir las soluciones innovadoras de gestión de riesgos y seguros, necesarias para promover las energías renovables, el agua limpia, la seguridad alimentaria, las ciudades sostenibles y las comunidades resilientes a los desastres”.

“Se trata de una colaboración entre las Naciones Unidas e instituciones financieras privadas –entre ellas bancos, inversores y aseguradoras– para movilizar el sector financiero privado hacia el desarrollo sostenible”.

Su trabajo se desarrolla en tres niveles: (i) micro, es decir con cada una de las instituciones financieras, ayudándoles a integrar temas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), (ii) meso, liderando iniciativas globales y regionales para desarrollar guías, metodologías, proyectos piloto y otras acciones que ayuden a avanzar el entendimiento y la integración de temas ASG; y (iii) macro, “al formar parte de las Naciones Unidas podemos promover un vínculo importante entre instituciones privadas y otros actores como reguladores financieros y entes gubernamentales para que se desarrollen políticas y regulaciones para promover el cambio sistémico de la industria”, amplía.

Desde que Diana se unió al PSI en 2021, “el número de aseguradoras que han adoptado sus principios se ha más que duplicado, representando el 30 % de la industria global”, destaca la egresada de la UNAL, quien presentó el examen de admisión a la Institución una sola vez, cuando tenía 14 años, y luego de ser admitida no desaprovechó ni una sola de las oportunidades que esta le brindó.

Precisamente gracias al convenio Nexo Global de Colciencias –hoy Minciencias– realizó su trabajo de grado en la prestigiosa Universidad de Cornell (Estados Unidos), que ofrecía una experiencia internacional de investigación en escenarios innovadores y laboratorios de vanguardia.

Su propuesta se centró en optimizar aspectos de la programación de vehículos autónomos y en diseñar un sistema para su operación dentro de Nueva York.

Esta experiencia fue fundamental en su desarrollo, por eso destaca la importancia de destinar recursos a este tipo de programas. Después de graduarse en la UNAL realizó estudios de posgrados en la Universidad de Oslo (Noruega), en energía, medioambiente y desarrollo sostenible, y también en Reino Unido, en el University College de Londres, en transporte y planificación urbana, luego se vincular como consultora y finalmente pasó a trabajar en banca privada en varias empresas londinenses hasta que en 2021 llegó a las Naciones Unidas.

“Sin duda mi paso por la UNAL fue fundamental en mi desarrollo personal y profesional. Desde mis inicios, cuando tenía 14 años, hasta el presente, la Universidad y las personas que conocí allí han sido pilares en mi crecimiento. Además, haber crecido en una familia con recursos limitados, acceder a la universidad pública y de calidad me brindó oportunidades que no hubiera podido alcanzar de otra forma. De igual manera, el sentido crítico, político y social de la Institución fueron muy valiosos en mi crecimiento y en mi formación.”

“Espero que mi historia de superación y esfuerzo, al igual que este reconocimiento, sirvan de inspiración para otros jóvenes, en especial a otras niñas y mujeres, para que persigan sus sueños, desafíen estereotipos y trabajen para hacer del mundo un lugar mejor para todos”, concluye Diana.