Informe de la Comisión de la Verdad exige responsabilidad social colombiana

Esta entidad se creó en 2016 –en el marco del Acuerdo Final de Paz firmado entre el Gobierno y las FARC-EP– para ayudar a esclarecer las violaciones e infracciones cometidas durante este periodo y tener mejores herramientas para explicarle a la sociedad sus particularidades de manera más completa.

El Comisionado de la Comisión de la Verdad, Saúl Franco, explica en Periódico UNAL que “aunque las recomendaciones del informe no son obligatorias, sí son esenciales para salir de esta guerra y tratar de construir una sociedad en paz”.

Enfatiza en que, “para lograrlo, los colombianos necesitan abrirse a escuchar este mensaje para salir de sus zonas de confort; que la gente rompa preconceptos sobre el conflicto armado y abrace este mensaje”.

En ese sentido, exige que todos los ciudadanos se den a la tarea de estudiarlo: “es preciso que todos lean los apartados fundamentales de estas recomendaciones. No estamos pidiendo que todo el país lea los 10 volúmenes, pero sí que cada sector lea el volumen de su interés”.

Para transitar este sendero existen dos condiciones: una, que la gente lo demande y convierta en propias las recomendaciones de la Comisión, “con lo cual se logrará que el informe salga del papel, deje ser letra muerta y se convierta en un objetivo social”, y otra, esencial, es que el Estado decida implementarlos en sus distintas instancias.

Mensajes de la Comisión al país

Dentro de los grandes mensajes de la Comisión de la Verdad al país, el comisionado menciona que “la gran afectada a lo largo de este conflicto ha sido la vida –la salud física y mental y la naturaleza– el gran mensaje de la comisión es: primero la vida”.

El segundo gran mensaje es: “no a la guerra, sí a la paz, por lo que es necesario sacar las armas de la política e implementar los acuerdos de paz y la Constitución de 1991”.

Para el académico, la paz debe ser territorial, por lo que hay que repensar la configuración regional del país, dándole voto a estos lugares y teniendo en cuenta sus particularidades.

En relación con los mecanismos que se utilizaron para desarrollar este amplio ejercicio, refiere que la estrategia elegida fue la escucha activa de todas las partes: víctimas, excombatientes, exparamilitares, integrantes de la Fuerza Pública y terceras partes implicadas. Tal ejercicio incluyó a 30.000 personas.

Estrategias

El comisionado señala que todos los ciudadanos deben estudiar el informe, con el fin de poder entender mejor lo ocurrido, y lo que eso conlleva de ahora en adelante.

Hay dos cuestiones importantes para implementar este informe: la primera es que las personas transformen estas recomendaciones de la Comisión en pautas propias, y la segunda, fundamental, es que el Estado tome la decisión de ejecutarlo de manera comprometida en cada una de sus distintas instancias.

Destaca que para que este informe llegue a la mayor cantidad de personas posible, se pueden hacer encuentros, foros, artículos o videos en medios de comunicación, documentos cortos y cuadernillos, con el fin de que estos resultados y recomendaciones estén presentes en todo el país.

Así mismo, con las nuevas tecnologías se tiene un importante y poderoso canal de comunicación en las redes sociales para que estos procesos se puedan difundir de manera clara y dinámica.

Además, desde su perspectiva, “la Universidad tiene la oportunidad de hacer un aporte concreto al país, asumiendo de manera más crítica su papel en el conflicto armado, haciendo un proceso de reflexión frente a su presencia y ausencia en la guerra; en cuanto a pedagogía, existe un gran potencial para convertir estos informes en insumo para sus materias, cátedras, seminarios e investigaciones, entre otros.