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Salud

Infecciones de alto riesgo en centros médicos

  • Cada vez existe más precaución con las infecciones asociadas a la atención en salud.

  • Olga Lucía Leal, del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la U.N.

  • La diseminación de microorganismos se puede prevenir.

  • Entre más grave la enfermedad, tendrá mayor exposición a las infecciones.

  • Existe una política mundial que todos los países deben acoger en pro de la seguridad del paciente.

  • Hay que evitar que en los instrumentos quirúrgicos se formen colonias de bacterias.

A través de sondas, respiradores y catéteres los pacientes pueden adquirir infecciones en los centros de atención médica. Las salas de cirugía son otros espacios de alto riesgo.

Dentro de los más susceptibles de infectarse están aquellos pacientes graves como los que tienen cáncer, también mayores de edad o los niños recién nacidos. 

Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) demuestran que más de 1,4 millones de personas en el mundo contraen infecciones en el hospital. 

En países desarrollados, la prevalencia de pacientes hospitalizados se encuentra entre un 3,5 % y 12 %, mientras que en países en vías de desarrollo varía entre un 5,7 % y 19,1 %. En estos últimos alcanza una proporción incluso mayor al 25 % de pacientes afectados. 

En Estados Unidos y Europa este tipo de infecciones producen anualmente entre 99.000 y 110.000 muertes, millones de dólares de estancia hospitalaria extra (1,5) y entre 28 y 33 mil millones de dólares en gastos de atención de salud que podrían prevenirse. 

Las infecciones asociadas a la atención en salud se definen como un proceso localizado o sistémico, resultado de una reacción adversa a la presencia de un agente infeccioso o sus toxinas, que no estaba presente al ingreso de una institución y que cumple una serie de criterios específicos. 

Hay que tener en cuenta que el abordaje de estas infecciones se hace más complejo al considerar el uso inadecuado de los antimicrobianos, tanto a nivel hospitalario como comunitario, considerado el principal factor responsable de la emergencia, y la diseminación de microorganismos resistentes a estas sustancias. 

Esto se ha convertido en una seria amenaza para la salud pública a nivel mundial, sobre todo, porque hay pocas opciones terapéuticas disponibles y una limitada inversión en investigación y desarrollo de nuevos fármacos. 

Resistencia bacteriana 

En Colombia existen iniciativas que han aportado al conocimiento de la problemática de las infecciones asociadas a la atención en salud y la resistencia bacteriana, aunque de manera sectorizada, pero se observa que la situación no se aleja de lo reportado por otros países de la región.

La profesora Olga Lucía Leal, del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la U.N., señala que existe una política mundial que todos los países deben acoger en pro de la seguridad del paciente. 

Sobre las formas más frecuentes de infección en Colombia, la investigadora destaca cuatro. La primera, son las infecciones urinarias que se transmiten cuando el personal médico le inserta a los pacientes sondas que pueden estar colonizadas por bacterias. 

Otra frecuente, es la infección respiratoria que compromete los pulmones. "Los pacientes ubicados en la Unidad de Cuidados Intensivos, con dificultades respiratorias, les colocamos un respirador que los invade  de manera que puede quedar expuestos a una neumonía asociada al ventilador", explica Leal. 

Cuando se coloca un catéter, que no ha sido limpiado debidamente,  puede portar bacterias que llegan directamente al torrente sanguíneo, este es otro tipo de infección que va directo al corazón. 

La cuarta más importante, es la infección del sitio operatorio, que se produce cuando se opera a los pacientes . "Al practicar una cirugía hacemos una incisión en la piel, que puede tener bacterias, debido a que no se hizo una limpieza adecuada o porque es un procedimiento complicado, pues esas bacterias se introducen en los tejidos más profundos", comenta la profesora. 

Los microorganismos más vigilados y comunes son: Staphylococcus aureus, Enterococcus faecalis, Enterococcus faecium, Klebsiella pneumoniae, Escherichia coli, Enterobacter cloacae, Acinetobacter baumannii y Pseudomonas aeruginosa. 

Aunque Colombia, afirma la docente, cuenta con un sistema nacional de vigilancia, que antes no existía, es necesario implementar acciones gubernamentales e institucionales para prevenir y controlar infecciones, contención de la resistencia y promoción del uso prudente de antibióticos, acompañados de un proceso de seguimiento y supervisión.