Durante las dos últimas décadas, Fodún ha sido una organización cuya misión es contribuir al bienestar de los docentes afiliados y al de sus familias, por medio de la implementación de créditos especiales para financiar programas académicos, de educación, recreación y vivienda. Actualmente, cuenta con 3.600 afiliados en todo el país y 163 en Palmira, el 96% del total del personal.
Para esta ocasión, "nuestra propuesta de celebración tendrá un énfasis cultural, es nuestra apuesta dentro de la festividad que se desarrollará en todas las sedes", comenta Adriano García, gerente delegado del Fodún en la UN en Palmira.
El invitado es el Instituto Colombiano de Ballet Clásico (Incolballet), institución artística de orden departamental que desde 1978 viene sensibilizando y formando públicos en el Valle del Cauca y en todo el país, por medio de la educación artística formal en danza. La presentación, programada para que inicie a las 5:00 de la tarde, contiene tres obras: Zebra, El último botón y Barrio-ballet.
Zebra, con música de Boris Blank y coreografía de Noemí Coelho, se podría calificar como toda una reminiscencia afro-latinoamericana manifestada con ritmo y alegría, representada en largas faldas de mujeres y en la expresión del baile del hombre africano.
El último botón recrea la situación de presión en que se mueven los altos ejecutivos y sus colaboradores, significada en los sobretodos de los bailarines, que al quitarse el último botón logran liberarse de las presiones. La música es autoría de Toki Nokoe y Nana Fushi, y la coreografía, de Meredith Rainey.
Sin duda, la presentación más esperada es Barrio-ballet, obra cumbre de Incolballet, con más de 1.500 funciones alrededor del mundo, convirtiéndose en símbolo de la cultura de la danza colombiana. "El público de la UN en Palmira es privilegiado, porque el 3 de abril esta obra inicia una gira que irá por Rusia, Suiza y Países Bajos, esta es su despedida", afirma Mónica Santa Cruz, jefe de prensa de Incolballet.
Esta obra ha perdurado en la memoria y el corazón del público a través del tiempo, tal vez porque encarna el sentimiento de quienes han vivido intensamente la magia del barrio, y porque entraña el ancho espacio del sonido de la salsa hispanoamericana, una pieza de la expresión de la identidad urbana que ha sido objeto de estudio y análisis de intelectuales. Presentada en cuatro actos, es una idea original de Gloria Castro, fundadora de Incolballet, y concebida coreográficamente por el artista cubano Gustavo Herrera.
La entrada es gratuita y la invitación "se extiende a toda la comunidad universitaria y palmirana" dice Adriano García. Se espera un lleno en el Auditorio Hernando Patiño.