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Este es uno de los principales hallazgos del trabajo de investigación realizado por Diana Carolina Vélez, microbióloga y una de los nueve especialistas en Cultivos Perennes Industriales de la U.N. que la Sede Tumaco acaba de graduar.
A través de un procedimiento in vitro se analizó la capacidad de producir pudrición del cogollo en palma de aceite en aislamientos de Phytophthora palmivora, patógeno causante de esta enfermedad.
De los 11 aislamientos realizados durante los últimos ocho años por el Centro de Investigación de Palma de Aceite (Cenipalma), se determinó que los codificados como PCTU 776, 885, 948 y 1135 son los más agresivos, es decir que tuvieron mayor producción de estructuras de la enfermedad e inducen lesiones de mayor tamaño.
Según la investigadora Vélez, uno de los aportes más importantes realizados a través de su trabajo consiste en que delimita los aislamientos que van a ser probados para evaluación de materiales con resistencia a la enfermedad, además, con los hallazgos se aporta al control del avance del Phytophthora palmivora.
La enfermedad más devastadora de la palma de aceite
Para el desarrollo de su trabajo de investigación, la microbióloga Vélez centró su atención en la caracterización morfológica y patogénica del Phytophthora palmivora a partir de una serie de 11 aislamientos de esta enfermedad hallados en siete palmas de diferentes edades y con distintas características de gravedad. La caracterización consistió en un procedimiento in vitro mediante el cual se observó tanto la velocidad de crecimiento de la anormalidad como la capacidad del agente para producirla (patogenicidad) sobre los tejidos de la misma palma; el objetivo era ver cómo el agente induce las lesiones y el número de estructuras de reproducción de la enfermedad.
Sobre la pudrición del cogollo se sabe que es la enfermedad más devastadora de la palma de aceite, no solo en Colombia sino también en países vecinos como Brasil, Ecuador, Panamá y Surinám; se caracteriza porque ataca matando los tejidos nuevos de la palma (flechas u hojas que apenas están naciendo). Las condiciones climáticas de humedad y las altas precipitaciones en Tumaco son el hábitat predilecto para la enfermedad.
Por otro lado, a partir del 2006 se produjo en Nariño una gran epidemia que acabó con las 35.000 hectáreas de palma Elaeis guineensis que había en la zona. En el 2009, los palmicultores comenzaron a renovar los cultivos con materiales híbridos, un cruce entre Elaeis guineensis y Elaeis oleífera que presenta mayor resistencia a este patógeno. Hoy en día existen en la zona cerca de 18.000 hectáreas renovadas con este material.
Sin embargo, a pesar de la resistencia de estas palmas, aún se presentan casos de la patología, lo que sigue representando un gran riesgo para la zona.
Versión en inglés en:
http://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/more-aggressive-isolates-of-oil-palm-bud-rot-identified.html