Este fue el resultado de la investigación Índice de Salud Ecológica de los Humedales de Bogotá, realizada por cuatro estudiantes de pregrado y uno de maestría del Departamento de Biología de la Universidad Nacional de Colombia, dirigidos por el doctor en Biología Gabriel Antonio Pinilla Agudelo, profesor asociado de la Institución.
El estudio fue financiado por la División de Investigaciones de la UN en Bogotá y hace parte de los trabajos del Grupo de Investigación Biodiversidad, Biotecnología y Conservación de Ecosistemas, dirigido por el profesor John Donato Rondón.
El uso del Índice de Salud Ecológica permitió determinar las condiciones ecológicas de los humedales bogotanos Jaboque y Guaymaral, que presentaron condiciones aceptables; Santa María del Lago y Juan Amarillo, en estado regular, y Tibanica, en malas condiciones, dijo el profesor Pinilla Agudelo a la Agencia de Noticias UN.
Por otra parte, según el análisis, el humedal conocido como Lagunas del Meridor, en Tenjo, se encuentra en condiciones aceptables.
La medición se hizo de acuerdo con la siguiente escala: óptimas y buenas condiciones, cuando las funciones ecológicas del humedal son satisfactorias; aceptable, cuando están dentro de límites tolerables; regulares, cuando se dan de manera incompleta o anormal; y malas o deficientes, cuando no se cumplen totalmente o se han perdido.
El principal problema que afecta a los humedales bogotanos, según las mediciones con base en el Índice, es el vertimiento de aguas residuales y de alcantarilla. Meridor, por su parte, recibe aguas de escorrentía con restos de productos utilizados en actividades agrícolas.
El segundo problema de los cinco humedales bogotanos estudiados es la pérdida de sus flujos normales de agua, tanto de ingreso como de salida. La tercera dificultad es la disminución de sus áreas como consecuencia de los procesos de urbanización.
El Índice, que permite medir el estado ecológico de los humedales, se puede usar para el monitoreo y seguimiento de estos cuerpos de agua cada vez que se requiera.
Esta herramienta involucra condiciones químicas, físicas y biológicas de los humedales. Lo químico se refiere a la cantidad de nutrientes, al pH y a la materia orgánica presentes en el agua; lo físico alude a la penetración de la luz y a la conductividad eléctrica en el líquido; y lo biológico, a las comunidades de microalgas, invertebrados y plantas acuáticas.
"En este caso, se conjugaron lo biótico y lo abiótico para que el Índice mostrara de manera más integral las condiciones ecológicas de los humedales", explicó Pinilla Agudelo.
El Índice de Salud Ecológica está disponible para las personas e instituciones interesadas en utilizarlo como herramienta de monitoreo, control y seguimiento de los humedales de la ciudad y la Sabana de Bogotá, indicó el docente.
Los humedales de Bogotá, en general, siguen con muchos problemas de conservación y la tendencia es hacia el deterioro, salvo un par de excepciones.
El humedal Santa María del Lago, en regular estado según el Índice, podría evolucionar hacia condiciones aceptables debido a que hace algunos años no recibe aguas residuales. El otro caso es el de La Vaca, cercano a Corabastos, cuyas aguas han empezado a mejorar su calidad, puntualizó el profesor y doctor en Biología.