El docente de la UN hizo una crítica a algunos programas que el Distrito ha puesto en marcha para la recuperación de humedales como el de Juan Amarillo que, según él, están convirtiendo estos espacios en "lagunas", sin vegetación, y donde solo podrían vivir los patos.
Especies como el Cucarachero de La Sabana y la Tingua Bogotana, en este momento están amenazadas por el mal estado de sus ecosistemas. Estos son animales endémicos de Bogotá, que representarían una gran pérdida. Varias especies de curíes también han desaparecido. La conservación de estas especies es un reto en el año de la Biodiversidad, declarado por la ONU.
De acuerdo con el profesor Zerda, la conservación de los humedales es vital ya que además de mantener la biodiversidad, representan zonas de control de las inundaciones. "Si se acabaran los humedales, un fuerte invierno podría ocasionar graves inundaciones en la ciudad, ya que estos son los únicos capaces de amortiguar la creciente del río Bogotá", señaló el docente.
Añadió que el Humedal de La Conejera, de la localidad de Suba, es un ejemplo del tratamiento que se le debería dar al resto de los humedales en Bogotá, con un compromiso del Gobierno y la ciudadanía.
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