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Política y Sociedad

Huella del desplazamiento en emberás exige atención en salud mental

    Aunque en los últimos cinco años el número de personas atendidas en salud mental aumentó en un 34,6 %, un estudio realizado en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) revela que de 65 indígenas emberá desplazados que viven en Bogotá, 11 no reconocen ni saben el significado de dicho concepto, 6 sí lo conocen, y 48 lo asocian con “sentirse bien” y con “tranquilidad en el territorio”.

    Desde hace años el conflicto armado viene expulsando a los emberá de sus territorios; convertidos en desplazados, han llegado hasta ciudades como Bogotá, en donde enfrentan el hambre, el rechazo, la mendicidad y la incertidumbre de estar en un territorio desconocido.

    La psicóloga Luisa Fernanda Ruiz Eslava, doctora en Salud Pública de la UNAL, realizó una investigación para entender las relaciones entre el conflicto armado y la salud mental de este pueblo indígena.

    “En la ciudad no existen intervenciones en salud mental culturalmente apropiadas y coherentes con las necesidades de la comunidad indígena emberá […] proteger, promover y restaurar la salud mental de esta comunidad debe ser una preocupación de salud pública”, señala la especialista.

    Mediante encuestas y entrevistas que consistían en tener encuentros con la comunidad para comprender sus perspectivas, la investigadora realizó un análisis cualitativo de narrativas como “para mí es estar bien”, “es sentirse bien, poder trabajar y no estar en conflicto”, “manejar la tierra, alimentarse bien, cuidarse”, que son percepciones de las personas en torno a la salud mental.

    Encontró que los emberá, al considerar que la salud mental es “vivir bien” y “estar bien”, esto les implica una armonía en el contexto en que se desarrolla su vida cotidiana. Sin embargo, la inequidad y exclusión que sufren han hecho que su salud mental se vea afectada.

    Otro dato identificado es que la salud mental de la comunidad también está relacionada con sus necesidades básicas. “Dentro de las narrativas que encontramos, para ellos salud mental también es comer, que los niños vayan al colegio, tener acceso a salud, vivir en su territorio y tener trabajo”.

    Así mismo, en las entrevistas evidenció que dicho concepto lo relacionan con el buen trato o tratar bien. “En cuanto al conflicto, se destacan categorías como reencuentro, trabajar libremente y sin amenazas, y un nuevo aspecto es el de recibir apoyo o ayuda, y esto aún sigue sin darse por parte del Estado” agregó.

    Las tres preguntas principales que guiaron el desarrollo del tema fueron: “¿En qué piensa cuando escucha la palabra salud mental?, nombre las primeras palabras que se le ocurran”, “Para usted, ¿cuáles son las cosas más importantes que deben tener las personas para sentirse bien, contentos, tranquilos y mentalmente saludables”, y por último, “En una frase, ¿qué es para usted salud mental”.

    Para hacer el análisis se hizo una categorización de las palabras que más resaltaban en las narrativas de los emberá que participaron en el ejercicio.

    “En la categorización se encontraron palabras clave como familia y territorio, pero también emociones como tristeza, o lo que la población llama ‘aburrimiento’, y otro factor fue el encierro”, explica.

    Otras estrategias para analizar la información obtenida de las narrativas fue el uso del software NVivo, el cual sirvió para organizarla y encontrar interpretaciones no encontradas antes en el ejercicio.

    Por un “buen vivir”

    El estudio de la doctora Ruiz contribuye a la formulación y planeación de futuras intervenciones apropiadas que beneficien a la población emberá, que durante décadas ha sido víctima del conflicto.

    “Entre las consecuencias más atroces de la guerra se encuentra la pérdida y la transformación de su cultura. Es necesario implementar estrategias que permitan fortalecer el acceso a salud, la identidad cultural, la educación tradicional, la gestión comunitaria participativa, las redes de apoyo, los factores solidarios y la memoria colectiva” concluyó la investigadora.