Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia
/Hechos insignificantes incuban grandes conflictos
Política y Sociedad

Hechos insignificantes incuban grandes conflictos

  • El jueves 8 de marzo será el lanzamiento de libro 1892: un año insignificante en la sede del Fondo de Cultura Económica.

  • 'Dejar de lado grandes acontecimientos permite reconstruir una historia que está más cerca al día a día', explica el docente.

  • Desde sus inicios hasta hoy, Bogotá ha sido una sociedad con marcadas diferencias entre sus clases sociales.

  • El libro del profesor Hering es una coedición de la Editorial Crítica (Planeta) y la Editorial de la U.N.

  • Los conceptos de Dios, patria, orden y libertad han estado presentes en la configuración de los ejercicios de poder de los Estados contemporáneos.

  • La Policía de finales del siglo XIX, junto con los poderes religiosos, políticos y económicos, se encontraba centralizada y concentrada en Bogotá.

La vida cotidiana y la interacción con la Policía de 1892, o el levantamiento ciudadano de 1893 en contra tanto del poder municipal como de algunos periodistas, junto con algunos enfrentamientos con la recién creada institución policial, estarían relacionados con la guerra civil de 1895 y la Guerra de los Mil Días, de consecuencias catastróficas, como la separación de Panamá.

Así lo plantea una investigación sobre los comienzos de la Policía, en 1892, con el objetivo de discutir su ejercicio de regulación de la vida cotidiana y las costumbres, en medio de un orden policial soñado y un desorden social inventado, en un país de finales del siglo XIX que guarda algunas similitudes con el del siglo XXI. 

Aunque el objetivo del libro 1892: un año insignificante. Orden policial y desorden social en la Bogotá de fin de siglo, de Max Hering Torres, no es presentar una relación entre el siglo antepasado y el presente del posacuerdo, la investigación muestra cómo durante aquel periodo de paz se comenzaron a incubar problemas circunstanciales, que luego también tendrían consecuencias. 

"Si bien la pregunta implica una comparación diacrónica que no puede significar equivalencias de dos procesos históricos independientes, sí se advierte que mientras 1892 fue un año de paz y tranquilidad en el que se gestaron algunos conflictos, hoy en día tenemos la suerte de contar con una desmovilización y entrega de armas por parte de las Farc", precisa el autor Hering Torres, profesor del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.). 

Aunque en los dos momentos históricos existen unas apuestas de paz, llama la atención que en situaciones de aparente armonía se incuban conflictos del mañana. "Estudiar las manifestaciones más evidentes de la violencia es muy importante, pero también debemos concentrarnos en lo que pareciera insignificante, pues es donde se anidan conflictos en potencia, mucho más tácitos, y por lo tanto más difíciles de desentrañar", prosigue el docente. 

¿La historia se repite? 

Aunque el autor es enfático en subrayar que la historia no es una herramienta para hacer futurología, sí podemos aprender del pasado. Por ello señala que la paz no se garantiza con un tratado, sino que es el resultado de un trabajo continuo que involucra la memoria, la pedagogía, el perdón, la reconciliación y las víctimas, además de un reconocimiento de la responsabilidad ética, moral y jurídica que los sectores involucrados tuvieron en el conflicto. 

No obstante, prosigue, la realidad es que a pesar de la paz, en la actualidad se registran asesinatos tanto de líderes sociales como de personas que luchan por la reivindicación de los derechos humanos, sumados a la continuación de actividades ilegales como el narcotráfico, junto con grupos paramilitares y el ELN, en un contexto en el que se presentan todo tipo de inequidades. 

"Esto de tácito e insignificante ya no tiene nada, pero pareciera quererse silenciar o trivializar. Como historiadores advertimos muy poco ante posibles asesinatos de líderes, y hoy en día esa realidad forma parte de una lamentable prolongación de aquella guerra que creíamos parcialmente superada", puntualiza el docente. 

Si bien no se puede reducir todo proceso histórico al proceso de paz, forzando teleologías, el historiador reconoce que el libro sí es una historia cultural en clave micro, nada convencional, para rescatar las lógicas de la arbitrariedad en tensión con la tradiciones, el control, la población y la Policía", destaca el académico. 

"Es una invitación a pensar temas como el Estado y el poder a partir de registros micro para entender una historia permeada por lógicas arbitrarias", explica. 

El lanzamiento del libro tendrá lugar el jueves 8 de marzo en la Librería del Fondo de Cultura Económica "Centro Cultural Gabriel García Márquez" con participación de los profesores Paolo Vignolo y Pablo Rodríguez, del Departamento de Historia de la U.N., junto con la profesora Ana María Otero, de la Universidad de los Andes.