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Ciudad y Territorio

Fracasó actual modelo de desarrollo en Manizales

17 días sin agua potable, 48 muertos por el alud del barrio Cervantes y el corte de gas natural son secuelas de la segunda ola invernal en la capital caldense. Expertos coinciden en que las autoridades han desechado recomendaciones técnicas de la academia. A cambio, se ha preferido invertir millones de pesos en infraestructura que no es prioritaria.

En algo coinciden ciudadanía, afectados y expertos en gestión del riesgo, ingeniería civil y urbanismo: las repetidas crisis que vive Manizales a causa del invierno son por falta de prevención, organización y previsión. Las hipótesis y respuestas entregadas por las autoridades aún dejan sinsabores entre la población.

Muchos coincidían en que la capital caldense estaba preparada para enfrentar eventos naturales de gran envergadura que pudieran hacerla colapsar, lo que se demostró cada año cuando el fenómeno de La Niña golpeó y la ciudad, gracias a su reconocida gestión del riesgo, supo responder.

Sin embargo, la capacidad de quienes dirigen y coordinan los procesos para mitigar los impactos quedó en entredicho luego de la falta de agua potable por cerca de 17 días, el alud de tierra que dejó 48 muertos y por lo menos 145 personas afectadas, así como los múltiples deslizamientos registrados en la ciudad producto de fuertes lluvias.

Gonzalo Duque Escobar, docente de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales y experto en Geofísica, Mecánica de Suelos y Economía, afirma que "la ciudad está en medio de un escenario crítico, dadas las condiciones del medio tropical andino en donde se asienta. El clima, la topografía y el suelo obligan a atender de forma certera la alta susceptibilidad a los deslizamientos de tierra y flujos de lodo".

El profesor Luis Fernando Acebedo Restrepo, magíster en Urbanismo de la UN, considera que desde el punto de vista del ordenamiento territorial la academia ha asesorado al gobierno municipal en temas estratégicos como movilidad, planes parciales y diseño de proyectos urbanos.

"Pese a esto, cuando las entidades desestiman los conocimientos técnicos y, en una actitud de desafío al entorno y a la inteligencia, ignoran las recomendaciones o debilitan los logros alcanzados en función de una estrategia particular, no solo la naturaleza cobra lo suyo, también la sociedad sufre los mayores daños", dice el académico.

Acciones

La preparación existe, muestra de ello son los procesos de medición de agua lluvia por medio de la Red de Estaciones Hidrometeorológicas, que adelantan la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas) y la Oficina Municipal para la Prevención y Atención de Desastres (Ompad), en conjunto con la UN, a través del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Sede Manizales, los cuales cumplen un papel de primer orden e incluso han desarrollado innovaciones en software y tecnologías apropiadas para estos efectos.

Además, la ciudad cuenta con las Guardianas de la Ladera y los proyectos del grupo en Gestión del Riesgo de la UN, que según expertos e investigadores internacionales posicionan a Manizales como una de las urbes mejor preparadas de Colombia. Por eso, la Universidad desarrolla cada año cursos en los que participan alrededor de 20 invitados de países como Estados Unidos, Perú y Venezuela.

"Se ha trabajado por suplir al máximo las catástrofes, pero no quiere decir que no se puedan presentar otros eventos. Aquí de lo que se trata es de prevenirlos y evitar, a cualquier costo, la pérdida de vidas humanas, pero faltan dirigentes a la altura de una visión ambiental y socialmente sustentable del territorio", advierte Acebedo Restrepo.

Plan de contingencia

Jorge Julián Vélez Upegui, director del IDEA en Manizales y doctor en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, asegura que los eventos recientes son el resultado de la falta de un plan de contingencia. "Las autoridades se equivocaron al no priorizar el arreglo de la planta alternativa de agua. De estar al día, la emergencia no se habría presentado ni hubiera sido de tan grandes proporciones. Lo que sigue es aprender de la situación y trabajar para afrontar otros sucesos".

Con el objetivo de reducir el riesgo, docentes de la UN consideran necesario estar alerta a cualquier acontecimiento extraordinario que se presente o denuncie. Según ellos, el riesgo siempre estará latente en la "ciudad de las puertas abiertas".

"El calentamiento global genera condiciones extremas del clima, por lo tanto la acción humana obliga a una adaptación oportuna, consistente en reforestar cuencas, respetar humedales y ocupar debidamente el territorio reduciendo los niveles de exposición al peligro creciente o mejorando las condiciones de resistencia de los escenarios vulnerables, a partir de un estudio preciso de la amenaza", argumenta el doctor en Mecánica de Suelos.

Antecedentes

El incidente que generó la crisis en Manizales fue la interrupción del abastecimiento de agua potable, el 20 de octubre, por un deslizamiento en la Planta Luis Prieto Gómez que destruyó un tanque y dos tuberías madre que surten a la población. El plan de contingencia era la Planta Niza, que se encontraba en reparaciones debido a que un derrumbe, un año atrás, se llevó 80 metros de la red; sin embargo, los avances de la reconstrucción eran mínimos.

El sábado 5 de noviembre, luego de reestablecer el servicio de agua, se registraron filtraciones en uno de los tubos principales del barrio Cervantes, lo que trajo consigo el desmembramiento de un barranco y la desaparición de aproximadamente 20 viviendas.

"Una de las hipótesis más razonables es que después de un periodo de desabastecimiento las tuberías podrían tener burbujas de aire, problemas de golpes de ariete (sobrepresión) o dificultades en la red debido a cualquier movimiento brusco, lo que generó la desestabilización del terreno", explica Vélez Upegui.

Luis Fernando Acebedo opina que los hechos recientes están comprobando que el modelo de desarrollo implementado por las últimas administraciones municipales fracasó. "Lo he llamado "el infraestructuralismo" o el modelo "ciudad-empresa", en el que se prefiere invertir cientos de millones de pesos en una línea de cable aéreo que nadie demanda (Los Yarumos), en vez de preocuparse por dos cuestiones fundamentales: la sociedad y la naturaleza".