Fotogalería. Pepeaderos: círculo de vida en las aguas del Amazonas
Las frutas, semillas y nueces al caer al agua atraen a una gran variedad de peces como gamitanas o bagres, esenciales para la seguridad alimentaria de las comunidades amazónicas, y a la vez sustento de otras especies como delfines o caimanes.
Leticia y sus alrededores son de las zonas del país en donde más se consume pescado; por ejemplo, mientras en el interior una persona come unos 3 kg al mes, allí puede ser hasta 20 kg al mes, un dato que evidencia la importancia de conservar este recurso para la sostenibilidad y alimentación de las comunidades.
Durante 15 años se han adelantado proyectos para garantizar la prosperidad de la pesca en el Sistema Lagunar y quebrada de Yahuarcaca, cerca de Leticia, formada por 21 lagos y parte del río Amazonas. El trabajo incluye a 7 comunidades que hoy suman más de 3.500 pobladores, haciendo múltiples actividades para garantizar la “gobernanza pesquera y ambiental”.
La gobernanza es la capacidad que logren las comunidades para manejar el recurso sin que se acabe; por eso hace 10 años se fundó la organización TIKA, formada por los pescadores artesanales de los lagos, quienes en 2022 recibieron recursos de su primer gran proyecto del programa Visión Amazónica, en el cual la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Amazonia, a través del Grupo de Investigación en Limnología Amazónica, dirigido por el profesor Santiago Duque, fue clave para el manejo administrativo.
Dentro de la categoría de gobernanza pesquera y ambiental está el proyecto Pepeaderos, en el que se sincroniza casi de forma mágica el ciclo reproductivo de las plantas con el río, y entonces, mientras que el bosque no está inundado, las “pepas” se siembran como alimento para la comunidad, pero cuando este crece y todo se inunda, los arboles liberan las semillas que son fuente de alimento para los peces, que a su vez alimentan y sostienen la economía de los pobladores.