Fotogalería. Jugando, los niños aprenden ciencia en la UNAL
Esta iniciativa forma parte de una apuesta de la Universidad para que la sociedad capitalina conozca y aproveche las instalaciones de sus campus, en este caso sus museos y bibliotecas, que prestan servicios para todas las personas. De paso, sirve para incentivar en los más jóvenes una curiosidad por la ciencia, que no la vean como algo lejano o inalcanzable, es decir para fomentar la apropiación social de los espacios de conocimiento.
Algunos niños sueñan con ser policías, bomberos, cantantes, médicos o científicos. Esta actividad, impulsada por la Secretaría de Cultura de Bogotá, fue diseñada para acercar a los pequeños al mundo del aprendizaje. “Esta es una de las apuestas de la Vicerrectoría de Investigación para fortalecer el plan de desarrollo global. Las bibliotecas deben convertirse en puertas de entrada a la ciudad y al conocimiento”, comentó Diana Carolina Martínez Santos, directora Nacional de Bibliotecas de la UNAL.
En la actividad participaron niños acompañados por sus padres, muchos de ellos usuarios de las bibliotecas públicas de Bogotá, especialmente de la Biblioteca La Victoria. El evento estuvo orientado a generar espacios de aprendizaje sobre la ciencia, promoviendo el entendimiento del conocimiento como un bien común, en línea con el Plan Global de Desarrollo de la UNAL.
El físico de la UNAL Jeferson Garzón, quien estuvo a cargo de la actividad, dijo que “la física no es solo ecuaciones y fórmulas, es el mundo real, por eso es necesario buscar formas atractivas de enseñarles ciencia a los niños”.
También participó la Fundación Fe y Esperanza, que brinda apoyo emocional a las familias, con el liderazgo de Gloria Esperanza Sánchez, quien expresó su agradecimiento a la Universidad por fomentar estos espacios que les permiten a los niños expandir sus posibilidades de aprendizaje y explorar nuevos horizontes para su futuro.
Por último, Wilson Sarmiento, encargado del Museo de la Ciencia y el Juego, explicó que “este espacio les ofrece a los niños la oportunidad de potenciar sus habilidades de razonamiento espacial y romper los mitos sobre la ciencia, demostrando que a través del juego el aprendizaje puede ser una experiencia divertida y enriquecedora.