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Política y Sociedad

Fortalecer confianza entre militares y civiles, reto del Ejército del Futuro

  • Una de las principales apuestas del Ejército en el posacuerdo es afianzar las relaciones de confianza con los civiles. Foto tomada de: goo.gl/f6iorJ

  • Académicos, militares y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, disertaron sobre el rol del Ejército en el posacuerdo. Fotos: Unimedios.

  • Alrededor de 150 líderes sociales participaron en cinco mesas de trabajo.

  • Profesor Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de la Paz, de la U.N.

  • Martín Santiago, coordinador residente de Naciones Unidas.

  • Mayor general Nelson Robinson, comandante del Comando de Transformación del Ejército del Futuro

"Durante años los grupos insurgentes han construido ilegalmente relaciones con algunos ciudadanos, lo que les permite obtener información para moverse. Eso mismo deben hacer los militares, pero de manera legítima y clara".

Así lo afirmó el profesor Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de la Paz, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), durante la jornada "Diálogo territorial para la transición en materia de seguridad y construcción del Ejército del Futuro de Antioquia", realizado en Medellín.

Para el experto, mejorar esa relación implica que se dé una mayor interacción entre civiles y militares para que se conozcan y entiendan que aunque sus intereses y pensamientos son distintos todos conviven en la misma sociedad. Sin embargo estos últimos tienen una misión especial que es garantizar la seguridad, y "por esto no pueden tomar parte en ninguno de los partidos políticos; ellos están para defender a la sociedad y de eso depende que sean aceptados y apoyados".

Al respecto José Rengifo, líder social de Riosucio (Chocó), afirmó que "los militares miraban a los civiles con desconfianza porque pensaban que todos estaban a favor de los insurgentes. Una característica del Ejército del Futuro debe ser el cambio de ese pensamiento y estigma de ser enemigos".

Con esa idea coincide el mayor general Nelson Robinson, comandante del Comando de Transformación del Ejército del Futuro, quien destaca que "el diálogo con la comunidad y su participación activa es fundamental porque ella es la principal encargada de hacer propuestas en pro de que la Institución genere aportes en la sociedad".

Así mismo expone que, por ejemplo, en 2016 hubo una serie de diálogos en varios territorios del país con organizaciones de víctimas, derechos humanos y gremios empresariales. Según el militar, la mayor cantidad de inquietudes en dichos diálogos se refirieron al cambio de reglas para el reclutamiento que se estaba desarrollando con base en una ley que no se había adecuado a la nueva jurisprudencia, gracias a lo cual se adaptó una ley que fue sancionada hace dos meses y que está en proceso de implementación.

Otra recomendación fue propender por la disminución de la corrupción. Al respecto la solicitud fue generar mecanismos de trasparencia, pues precisamente esta es fundamental para afianzar la relación civiles-militares, según el profesor Vargas.

No es sencillo que se produzcan los cambios

El profesor Vargas afirma que puede haber cambios a corto, mediano y largo plazo que tienen que ver con lo que dice la "teoría" o la "realidad".

La "teoría" diría que en cualquier sociedad el Ejército está solo para la defensa nacional y la Policía para la seguridad interna, pero en Colombia se han dedicado a ambas cosas, lo que implica que no sea sencillo producir cambios.

"Por ejemplo en Ibagué (Tolima) la Sexta Brigada pavimenta calles y en Tumaco (Nariño) hay militares hábiles para trabajo social con títeres; entonces uno se pregunta: ¿esas son tareas de ellos? En términos estrictos uno podría decir que no, pero por lo pronto esas habilidades existen y efectuar cambios no es tan fácil", comenta el profesor Vargas.

Por una paz integral

El silenciamiento de los fusiles es un primer paso, pero no debe ser el único porque la paz es un camino de transformación no solo para los territorios y las personas afectadas por la violencia, sino para los ciudadanos y situaciones.

Así lo plantea Martín Santiago, coordinador residente de Naciones Unidas, para quien "la tarea pendiente es acometer acciones contra las causas que generan los conflictos. Estamos hablando de un país que tiene desigualdades. Lo que consideramos como paz positiva se refiere a trabajar precisamente en esas deudas".

Para finalizar argumenta que "se le pueden poner muchos calificativos al proceso que se está viviendo, pero lo fundamental es una paz sostenible e incluyente".