Fórmula para el equilibrio sostenible monitorea niveles de población
El crecimiento desmedido de la población en las zonas rurales y urbanas de Leticia ha generado preocupación por los efectos en la biocapacidad de los territorios y la falta de políticas efectivas de control y planificación urbana.
El modelo dinámico, desarrollado por el zootecnista Arturo Samuel Gómez Insuasti, profesor de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Amazonia, permite tener un control para equilibrar el crecimiento poblacional y hacerlo sostenible.
“Así se evitarían impactos negativos significativos y se aseguraría que los recursos disponibles sean suficientes para satisfacer las necesidades de todos; de hecho, en caso de que se exceda la capacidad de carga, se deben tomar medidas oportunas para evitar situaciones como las presentadas en años anteriores”, señala el docente.
Agrega que “el monitoreo poblacional y la planificación urbana son fundamentales para garantizar un crecimiento sostenible en Leticia y en otras regiones afectadas por el aumento desmedido de la población. Es importante preservar lo rural y crear conciencia sobre los impactos ambientales generados por el crecimiento urbano descontrolado”.
En su artículo “Enlaces urbano-rurales con enfoque integral de desarrollo regional para un habitar urbano sostenible en la Amazonia colombiana”, el académico reflexiona sobre la importancia de preservar lo rural y los problemas ambientales asociados con el crecimiento urbano descontrolado, como el deshielo de los nevados, la pérdida de especies de flora y fauna, y la escasez de agua y alimentos.
El texto forma parte del libro Academia y política pública: Experiencias de incidencia desde la Universidad Nacional de Colombia, ganador de la convocatoria “Libro colectivo, academia y política pública” de la Escuela Permanente de Pensamiento Universitario de la Vicerrectoría de Investigación de la UNAL.
La población de la ciudad ha crecido exponencialmente: mientras en la década de 1970 se contaban alrededor 3.500 habitantes, hoy supera los 45.000.
Este aumento ha ejercido una gran presión sobre los ecosistemas locales, lo cual se ha evidenciado en emergencias sanitarias como el colapso del relleno sanitario en 2021, que causó daños en las vías y contaminación de fuentes de agua y terrenos cercanos. A pesar de ello, aún falta conciencia sobre la importancia de la gestión adecuada de residuos, del reciclaje y de la reducción del uso de plásticos, pues cuanto mayor sea la población, mayor será la contaminación.
Por ser un incremento acelerado de la población, se han abierto nuevas áreas habitables, como la vía Leticia-Tarapacá. Sin embargo, la falta de planificación en estas áreas ha generado problemas en el suministro de servicios básicos como la recolección de basuras, la energía eléctrica y el agua potable.
Esta problemática no es exclusiva de Leticia, sino que es propia de los países en vías de desarrollo. En Colombia, según el DANE, el 85 % de la población habita en áreas urbanas y el 15 % en zonas rurales, especialmente en las periferias de las ciudades.
“El equilibrio entre el desarrollo urbano y la protección del medioambiente es esencial para construir un futuro sostenible donde los recursos naturales se aprovechen de manera responsable y se garantice la calidad de vida de los habitantes”, concluye el profesor Gómez.