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"Es un hecho muy positivo que los rusos quieran explorar el sistema solar. Lo que piensan hacer es inédito, porque nunca se había mandado un objeto al planeta rojo con el objetivo de devolverlo a la Tierra; algo muy complicado", comentó Gregorio Portilla, profesor del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de Colombia.
El plan es que el módulo se estacione en Fobos, una de las dos lunas de este planeta (la otra es Deimos), recoja material del satélite marciano y regrese con estas muestras. La nave estaría de regreso a la tierra en 2013.
Siempre se ha pensado que este par de objetos que acompañan a Marte y que tienen forma irregular son asteroides capturados por el campo gravitacional de Marte. "Ahora podremos saber mucho más del origen de estos satélites que siempre han sido un enigma", agrego Portilla.
En 1996 los rusos intentaron lanzar un objeto hacia este mismo planeta; pero fracasaron en su intento. Tras esto no se habían arriesgado con ningún programa espacial. "Desde entonces Rusia se ha estancado desde el punto de vista científico y por ejemplo, sus universidades no están muy bien ubicadas en el ranking mundial, pues de las primeras 300 solo se ubican dos de este país. Porque tienen un historial con muchos fracasos, hay que ser un poco escépticos en cuanto al futuro de este proyecto, pero, por el avance de la ciencia, ojalá les vaya bien", afirmó Portilla.
El anuncio de Rusia viene acompañado de iniciativas de otros países como China, quien anticipó que lanzará un módulo espacial que se convertirá en la primera fase de la construcción de una base orbital; además cuenta con planes muy serios para enviar un hombre a la luna.
La India, por su parte, se convertirá en pocos meses en el cuarto país en enviar por su cuenta un hombre al espacio, después de Rusia, China y Estados Unidos.
Mientras tanto este último país anunció, después de dejar en tierra para siempre a los transbordadores, los planes de construir un nuevo cohete para futuros viajes al espacio. "Sin embargo, ante la actual coyuntura económica estadounidense, buscar dinero para este proyecto no será fácil", concluyó el académico.
La nave rusa, que pesa alrededor de 13.5 toneladas, costará 161 millones de dólares.