Feminización de la voz, vital para mujeres trans, afronta desafíos en Colombia

Según el otorrinolaringólogo José Ramón Díaz Pereira, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), “una voz masculina en mujeres trans indicaría una falta de alineación con la identidad de género deseada, y evidencia la necesidad de intervenciones específicas para ayudar a estas mujeres a lograr una voz más acorde con lo que buscan”.

La voz, como poderoso instrumento natural de comunicación, tiene un factor denominado “frecuencia fundamental”, que mide la agudeza o gravedad de la voz a través de ciclos vibratorios. En general, cuando las frecuencias superan los 180 Hz, las voces tienden a adquirir un tono agudo que se percibe como femenino.

Para el estudio se diseñó e implementó un protocolo médico –aprobado por el Comité de Ética de la Facultad de Medicina de la UNAL– que incluye revisar las historias clínicas de mujeres trans que asistieron a consulta de otorrinolaringología en el Hospital Universitario Nacional (HUN) entre 2020 y 2022. 

Las participantes se sometieron a estroboscopia laríngea, un procedimiento que utiliza una luz intermitente para visualizar las cuerdas vocales en movimiento, permitiéndoles a los especialistas analizar el funcionamiento vocal y obtener datos de la frecuencia fundamental.

Aunque objetivamente algunas voces se podrían considerar como femeninas, los resultados mostraron que la mayoría de las participantes autopercibían su voz como masculina. “La frecuencia fundamental tuvo valores promedio de 195,8 Hz, con mínimos de 160 Hz y máximos de 240 Hz”, precisó el experto.

Manejos de la voz

Es común que las mujeres trans se sometan a diversos tratamientos para lograr la identidad de género que desean, incluyendo la feminización de la voz. Estos procesos, desde terapia de voz hasta procedimientos más invasivos –como la fonocirugía para reasignar el género– están contemplados en el plan de beneficios de salud de Colombia.

El investigador Díaz señala que “los especialistas acompañamos el proceso de producir una voz que de alguna forma sea aguda, agregándole modificaciones o patrones de la armonía y de la prosodia de la voz, sin que este sea dañino”.

En su trayectoria como otorrinolaringólogo, el experto ha observado numerosos casos de disfonía ocasionados por el uso incorrecto de la voz, especialmente en situaciones de impostación en las que se busca lograr un tono vocal más “agradable”. Sin embargo, a largo plazo ese esfuerzo produce fatiga y puede desencadenar en una voz ronca.

“Por eso, a través de estas investigaciones buscamos alentar a las mujeres trans a comunicarse con sus médicos tratantes y expresar su interés en modificar su voz, y que así puedan tener una intervención segura”.

“Sin embargo, aún hay dificultades en el acceso a servicios de salud especializados en la reorientación vocal, en la reafirmación de género, y a profesionales capacitados para abordar estas necesidades específicas”, señala.

En el contexto colombiano, la importancia de entender y apoyar las necesidades de la comunidad LGBT se puede ver en datos recopilados por el DANE. Según el Registro Voluntario para la Visibilidad de la Diversidad Sexual y de Género en Colombia, en el cual participaron 6.541 personas de la comunidad LGBT, se encontró que el 2,1 % de los participantes se identificaron como mujeres trans. Estas cifras subrayan la diversidad y la significativa presencia de mujeres trans en la población LGBT, por ello la importancia de abordar sus necesidades específicas.