ETCR en Icononzo (Tolima) necesita política clara de uso del suelo

Para la arquitecta Martha Díaz Cuevas, magíster en Hábitat de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), “una falencia muy grande que se tuvo en el proceso de asignación de ETCR fue la búsqueda de lotes, ya que faltaron estudios concretos del suelo de estas zonas”.

Agrega que “a partir de los compromisos en territorio y vivienda se decretó la posibilidad de que los lugares donde habitan las personas reincorporadas se integren jurídica y normativamente a los planes de ordenamiento territorial colombiano por medio de la configuración de estos espacios como centros poblados, pero esto no se ha efectuado con ninguno de los ETCR”.

“Las casas construidas por el Gobierno en el ETCR Antonio Nariño generan incertidumbre en la población, ya que se les había dicho que eran temporales y que después se les darían las viviendas definitivas, pero esto no ha sido así”.

En su trabajo de maestría, la arquitecta Díaz analizó las falencias que se presentan en el tema de vivienda para los reincorporados y cómo ellos han cambiado sus formas de habitar el territorio, al pasar de estar inmersos en una dinámica de movimiento constante en la selva a tener un lugar establecido que se considera como una casa.

Luego de entrevistar a seis habitantes de este ETCR, se evidenció que quienes lo habitan han logrado construir un ambiente agradable para vivir, se han acostumbrado a un nuevo ritmo de vida más asentado y proyectan su vida en este lugar.

“El lote de este terreno en Icononzo le pertenece a la Agencia Nacional de Tierras, por lo que se espera que el uso de estos suelos se pueda modificar legalmente para que la población no tenga que ser desalojada y pueda hacer proyectos de cultivo que hoy no se realizan por el temor de la inversión”, asegura la magíster.

Como resultado del trabajo conjunto con la comunidad se creó una serie de lineamientos para que se pueda cumplir con lo pactado en los acuerdos, permitiendo que los reincorporados tengan una vida digna con oportunidades claras y útiles.

Dentro de las características más importantes de estos lineamientos se encuentran la integración real de estas comunidades a los planes de desarrollo de planificación de las viviendas, la garantía de recursos por parte del Estado para mejorar la infraestructura, y que en los hogares se tengan servicios básicos como luz, agua y gas.

Además, generar espacios en la región que originen una memoria colectiva para construir territorios de paz; fortalecer la seguridad de los excombatientes, y, como ya se mencionó, modificar el uso del suelo actual para que sea productivo y permita que las familias puedan progresar y salir adelante.

“Este trabajo se adelantó a partir de una visión integral de la problemática, tratando temas como la vivienda y el uso de la tierra, además de las subjetividades y estigmas que tienen que cargar estas personas al reintegrarse a la sociedad”, señala la arquitecta.

Tareas pendientes en los ETCR

El Acuerdo de Paz firmado entre el Estado y las FARC aún presenta fallas en temas como vivienda, cuya implementación no ha sido satisfactoria y hace que los excombatientes tengan que vivir en zonas que no están bien adecuadas y que además tienen alerta de desalojo por formar parte de reservas forestales.

Con la firma del Acuerdo se creó un proyecto para darles un terreno habitable a estas personas –que son los ETCR–, y en el marco de este se entregaron 24 áreas temporales para facilitarles el proceso de reintegración a la vida civil, en donde puedan tener un sustento propio.

Hoy el Gobierno les entrega una renta básica mensual a los habitantes, que les sirve como ayuda para sus gastos diarios; se ha invertido en una fábrica textil, que hasta el momento es el proyecto que tiene más renombre, y también en un hostal que genera algo de dinero con el alojamiento y la alimentación de las personas que van de visita.

Sin embargo, se cree que esta renta básica se dejará de entregar este año, y existe un problema legal con los suelos de este terreno que no permite que se puedan intentar otras estrategias, por ejemplo, de agricultura.