Estudios técnicos “donados” afectan obras públicas en Arauca

Recientemente los noticieros se inundaron con el desastroso desplome del puente Los Grillos que comunicaba los departamentos de Boyacá y Casanare, y este es solo uno de los muchos casos que ilustran el problema en el país. Ante tal situación las personas se preguntan con frecuencia ¿por qué colapsan las vías o los puentes, o por qué el proyecto no se entregó a tiempo?

Y aunque las razones son diversas, una de las causas está en cómo llegan los estudios técnicos a las entidades públicas, y es que donar, ceder o presentar estudios o diseños por profesionales sin vinculación laboral es más común de lo que se piensa.

El departamento de Arauca no es ajeno a esta realidad: una investigación realizada por el ingeniero civil Óscar Giovanni Mendoza, magíster en Construcción de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), mostró que entre 2015 y 2016, de 73 contratos de licitación pública del departamento 35 tuvieron estudios técnicos “donados” o “cedidos” por profesionales ajenos a las dependencias.

Cuando los estudios técnicos provienen de profesionales externos, sin vinculación con la entidad contratada, se altera el alcance de la obra (objetivo) y se presentan retrasos y sobrecostos; en este caso, 48 contratos tuvieron problemas en el alcance, 10 retrasos para la entrega de la obra y 4 sobrecostos.

“Un problema es que la preinversión en consultoría como medio para obtener los estudios y diseños es baja. Solo 8 de los 73 contratos de obra contaban con estudios y diseños provenientes de un consultor contratado” resalta el ingeniero.

Considera además que “esto mostraría la debilidad en los proyectos, pues algunos diseños provienen de otros proyectos, falta profundidad en los estudios técnicos donados, hay debilidades en el cálculo de cantidades de obra, hay diseños que no son socializados ni se adaptan a las necesidades de las personas y existe deficiencias en la coordinación entre los estudios, diseños y el presupuesto”.

Un vacío legal

Algunos de los contratos realizados con estudios técnicos “cedidos” o “donados” incluyen: el mejoramiento de la red vial urbana en los barrios Caracaros, San Miguel, San Antonio y El Morichal, en Tame, a cargo del Consorcio Vías 200 SCA; el mejoramiento de la red vial terciaria de la vereda Arena en Arauquita, a cargo del Consorcio Arenosa, y la construcción del pavimento de la urbanización Villa Luz del municipio de Arauca del Consorcio vías de Villa Luz.

“Esta situación cuestiona la profundidad, consistencia de los resultados y la transparencia de los estudios técnicos que elaboran, pues al no existir una contraprestación económica y una vinculación legal con la entidad, no se termina de entender cómo se financian estos estudios y los diseños”.

“Además existe un vacío jurídico en cuanto a las responsabilidades disciplinarias, fiscales y penales para los profesionales que realizan las donaciones. Si por alguna razón el estudio técnico que llega a la administración bajo esta figura de donación no es viable para la obra y esta presenta algún problema durante o después de la construcción, no hay a quién hacerle un reclamo directo o exigirle que se replantee el estudio”, expresa el investigador.

Retrasos y sobrecostos, ejemplos de contratos en Arauca

Uno de los contratos que resaltan en la investigación es el de la construcción del Gaula de la Policía Nacional, el de mayor valor celebrado durante la vigencia 2015-2016 pero que brilla por sus altos costos. “El valor inicial ascendió a 16.000 millones de pesos y terminó con tres adiciones más para dejar un total del valor contratado de 21.000 millones de pesos”, expresa investigador.

Para el caso de los retrasos, se evidencia que el sector transporte fue el que celebró más contratos, pero también más demoras; de 47 contratos 36 tuvieron retrasos. Sin embargo, el investigador añade que llama la especial atención que los sectores como emprendimiento seguridad y agricultura tengan retrasos de hasta 31 meses.

“Como sucedió con la construcción y el montaje de la planta de transformación agroindustrial de plátano en Tame, en donde se presentaron 4 suspensiones con un tiempo muerto acumulado de cerca de 2 años, esto generado por la falta de licencias de construcción, la necesidad de realizar ajustes técnicos a los diseños y eventos externos como los paros nacionales” añade.

Entre 2015 y 2016 hubo cambio de gobernador en Arauca: salió José Facundo Castillo y llegó Ricardo Alvarado Bestene. Ambos enfrentaron procesos por nexos con el Frente Domingo Laín Sáenz del ELN, acusándoles de entregar contratos al grupo armado para ejecutar obras públicas en el departamento. Aunque Castillo quedó en libertad por vencimiento de términos, en 2021 Alvarado fue enviado a prisión domiciliaria por los procesos en su contra.