Estudios en sangre darían pistas para investigar nuevos blancos terapéuticos de la fibrosis pulmonar
Mientras varios estudios en fibrosis se centran en el pulmón y en las células inmunológicas que se encuentran en su entorno directo –o microambiente–, investigadoras como la profesora Ivon Johanna Rodríguez, del Departamento del Movimiento Corporal Humano de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), buscan respuestas en las células que circulan en la sangre.
“Sus cambios muestran que el cuerpo es un sistema complejo en el que todo está interconectado. No podemos asumir que una pequeña novedad en un lugar específico sea la causa de todos los problemas, pues necesitamos analizar cómo una enfermedad afecta a todo el cuerpo”, dijo la profesora en entrevista con Agencia UNAL.
Cuando una persona tiene fibrosis pulmonar –enfermedad del envejecimiento– empieza a sentir que le falta el aire al hacer actividades normales. La situación empeora con el tiempo hasta que necesita tanques de oxígeno para respirar. Esto la hace especialmente grave, pues después del diagnóstico las personas tienen una expectativa de vida de máximo 5 años si no reciben un trasplante de pulmón.
A partir de un convenio con la Fundación Neumológica Colombiana se analizaron muestras de sangre de 12 personas con fibrosis pulmonar idiopática, comparándolas con las de 13 pacientes sanos mayores de 60 años.
Para realizar este tipo de análisis celulares en laboratorio se recurre a la citometría de flujo, una técnica que permite analizar a escala molecular un gran número de células de forma rápida y precisa.
“Tomamos las muestras de sangre, aislamos las células inmunes y el plasma para medir citoquinas mediante la citometría”, aclaró la doctora. Las citoquinas son pequeñas proteínas que tienen la importante función de actuar como mensajeros entre células, es decir que coordinan la respuesta inflamatoria y reparadora del tejido pulmonar, por eso son de gran interés.
Y es que, según la explicación de la profesora Rodríguez, este tipo de fibrosis está relacionado con el envejecimiento del sistema inmunológico, un proceso conocido como inmunosenescencia, en el que progresivamente se pierde la capacidad de respuesta efectiva y hay una mayor predisposición a padecer enfermedades infecciosas y autoinmunitarias, lo mismo que cáncer y respuestas escasas tras la administración de vacunas.
“Lo que ocurre es que se generan unas lesiones sobre el tejido pulmonar que harán que las células epiteliales (que protegen el cuerpo de virus y bacterias) generen una serie de mensajeros mediadores inflamatorios y factores coagulantes que activarán diferentes células inmunológicas como los macrófagos pulmonares, los cuales secretan un factor que con el tiempo desencadena la fibrosis”, dice la experta.
El resultado más interesante del estudio fue identificar procesos inflamatorios crónicos de bajo grado en pacientes con fibrosis pulmonar idiopática; sin embargo, también se encontraron monocitos (células de la sangre) con una molécula particular, la PD-L1, que favorece la transición de fibroblastos a miofibroblastos, proceso central en la progresión de la fibrosis.
Esto quiere decir que dichas células –cuya función es defender el cuerpo de enfermedades– están alteradas y podrían estar contribuyendo a que la enfermedad empeore.
“En las células asesinas naturales también encontramos un incremento en la expresión de marcadores asociados con senescencia, lo cual indica que no solo están senescentes en el pulmón, sino que están circulando en todo el organismo”, especificó la profesora.
Aunque estos resultados requieren de una continuidad, son especialmente importantes porque cada vez hay más personas mayores en Colombia y el mundo. Se calcula que en 2050 una de cada cinco personas en el país tendrá más de 60 años. “Y a medida que la población envejece estas enfermedades se volverán más comunes”, advierte la doctora Rodríguez.
Los resultados de esta investigación se presentaron durante UNAL Investiga 2024, evento organizado por la Vicerrectoría de Investigación de la Institución.