En las 10 ediciones del concurso, es la primera vez que los representantes de Sudamérica ocupan el primer lugar, y con una propuesta colombiana.
Saulo Spaolanse, presidente del Clúster Andino de Schneider Electric, afirma que "el proyecto es muy innovador y disruptivo, se destacó por la creatividad para generar energía con productos biodegradables y por su impacto directo en la calidad de vida de la población beneficiada, además de ser sostenible".
Agregó que "el proyecto está muy enfocado en el acceso a la energía para la población que hoy no la tiene, como los pescadores en Bojayá. Se centra en el acceso a la energía de manera sostenible a través de paneles solares y tiene un impacto directo tanto en la población de beneficiados como en el planeta".
El premio para los ganadores es un viaje a Boston (Estados Unidos) a recorrer el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y a visitar Greentown Labs, la incubadora de startups de tecnología limpia más grande de América del Norte, donde podrán discutir la implementación del proyecto.
Además, después de la final del concurso, la idea se envía al equipo de Innovación (R&D) de Schneider Electric para que sea evaluada, y los ganadores tienen la posibilidad de acceder a un puesto de trabajo en la compañía.
Energía para pescadores
Considerando que en Colombia hay zonas no interconectadas (ZNI) al sistema de energía o que tienen baja cobertura y poca continuidad, Angie y Jorge decidieron buscar una solución novedosa y viable. Pensaron en el Chocó porque las deficiencias en el servicio impiden su desarrollo, y ante la necesidad de enfocarse en un sitio, escogieron al municipio de Bojayá.
"Elegimos a Bojayá porque solo tiene un 44 % de cobertura y un 33 % de continuidad del servicio de energía, a veces solo 3 horas al día; además, siendo un municipio atravesado por el río Atrato, no ha podido desarrollar todo su potencial pesquero debido a esos problemas con el suministro de energía" cuenta el estudiante Polo.
Así nació el proyecto "Groon sustainable fishmonger", un modelo de negocio de economía circular que aprovecha los residuos orgánicos de la actividad pesquera (vísceras y escamas) para producir biogás en biodigestores. Este lo combinan con energía de paneles solares para convertirlo finalmente en energía eléctrica, creando así un sistema híbrido de generación de energía.
Es un sistema híbrido porque utiliza la energía proveniente de paneles solares y del biogás producido en el biodigestor, para transformarla en energía eléctrica. Así se garantiza el suministro continuo de electricidad para alimentar tres refrigeradores y crear una cadena de frío que conserve mayor tiempo la producción, y además permita transportarla para venderla en otros lugares y aumentar las ganancias.
El proyecto plantea ubicar 11 paneles solares que funcionen 9 horas al día y suplirán la energía del sistema de refrigeración directamente. En las noches, cuando los paneles no puedan sostener la cadena de frío, se usará la energía generada por el biogás.
Con este proyecto se ahorraría el 28 % del costo de la energía y la producción de los pescadores aumentaría hasta en un 30 %. Otro beneficio es reducir la contaminación del río Atrato, al que normalmente van todos los desechos y material en descomposición del pescado que no se vende.
La estudiante Redondo explica que lo primero es articular la Asociación de Pescadores Artesanales de Bojayá con un sistema de pescadería que les compre toda la producción diaria. Al pescado se le retiran las vísceras, las escamas y los demás residuos orgánicos para procesarlos en el biodigestor.
Jorge Polo señala que presupuestaron en 35.000 dólares el costo total del montaje del proyecto de energías alternativas para optimizar la actividad pesquera en Bojayá, ya que la instalación es muy costosa por tratarse de llevar todo a una ZNI.
Otra ventaja de este proyecto es que se puede replicar en muchos lugares de Colombia "o de cualquier lugar del mundo con unas condiciones y necesidades similares" con potencial pesquero que no cuentan con cadena de frío para conservar la producción y comercializarla.
"Me siento muy orgullosa de haber participado en esta competencia y de ser los ganadores. Me parece genial que la Universidad Nacional haya estado tan bien representada y haya obtenido este logro con nuestro proyecto. Quiero agradecer a la profesora Karen Johana Castro porque nos ayudó a mejorar el proyecto y al profesor Alex Tabares que nos acompañó con el manejo del inglés para presentar la propuesta", señala la estudiante Redondo.