Estudiantes de la U.N. acercan el cine a los sanandresanos

"El proyecto está dirigido a toda la comunidad, en especial a los adultos. Ir al cine en San Andrés es muy costoso y eso hace que muy pocos tengan la oportunidad de disfrutar de grandes historias", cuenta Ana María Jessie Serna, estudiante de noveno semestre de Historia en la U.N. Sede Medellín.

Ana María y sus compañeros pasantes "algunos de Bogotá, Medellín, Palmira y Amazonia" invitan a la comunidad los viernes cada 15 días a pasar un rato para reflexionar sobre su papel como ciudadanos de la Isla.

La primera película que proyectaron fue Talentos ocultos, la historia de las ingenieras afrodescendientes cuyo trabajo fue clave para que la NASA llevara a cabo la misión espacial Apolo 11, que puso por primera vez un hombre en la Luna, en 1969.

"Buscamos que los afrodescendientes tengan un rol diferente. Yo, que soy afro y también raizal, crecí sin ningún imaginario de lo que yo era en una gran pantalla; es así como buscamos que los asistentes exploren que hay muchas maneras de ser negro y que hay un tipo de cine que los representa", indica la estudiante.

Agrega que "al terminar la película aprovechamos para promover la Universidad entre los jóvenes, para que conozcan los programas que ofrece, y si es posible para que a través del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama) puedan ingresar a una de las mejores universidades públicas del país".

En ese mismo sentido, Miguel Lafaurie, estudiante de Antropología de la U.N. Sede Bogotá, señala que su idea al "apoderarse de la pantalla" es que, por ejemplo con Talentos ocultos, se promueva la educación, además de exaltar la lucha de la población afrodescendiente por salir adelante.

"Parte de lo que nos interesa es que primero haya una empatía con la pantalla y segundo que disfruten de producciones que seguramente no han visto y que a partir de este proyecto se generen otras iniciativas culturales como el cine comunitario", afirma el estudiante.

Las proyecciones se continuarán realizando de manera itinerante en los diferentes barrios de la Isla, en la mayoría de los cuales vive la población raizal y negra. Esta iniciativa cuenta con el respaldo de la U.N., gracias al esfuerzo y al compromiso de la profesora Adriana Santos, directora de la Sede Caribe, quien facilitó el proceso para que los isleños puedan disfrutar de un refrigerio.