Estudiante fabrica bobina tesla musical para enseñar ingeniería en colegios
Así lo afirma el estudiante Juan José Melguizo, de Ingeniería de Control de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, quien participó en la Semana de Ingeniería de Control e Ingeniería Eléctrica con el proyecto “Bobina tesla musical” –fabricada desde cero– y ocupó el 2º. lugar en la muestra de trabajos.
La particularidad de este artefacto –inspirado en el diseño original del ingeniero eléctrico Bayley Wang, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)– es que el estudiante puede programar las frecuencias eléctricas para que generen notas musicales cuando la energía fluye en el aire, y es así como se forma el sonido que se percibe como una canción.
“Cada nota musical tiene una frecuencia específica –por ejemplo la nota la tiene 440 hertzios– y lo que hace la bobina es emitir ese tipo de frecuencia por medio del rayo que sale y golpea el aire, haciendo que sus partículas se expandan y contraigan, generando ondas de sonido que llegan a nuestros oídos”, explica Juan José.
Básicamente es un cilindro al cual se le enrosca un alambre de cobre conectado a un transformador de circuitos de control, encargado de variar las frecuencias para lograr diferentes notas musicales.
“Al final los chicos quedan muy contentos con la clase, incluso una vez un niño salió detrás de mí y me gritó eufórico que él iba a ser ingeniero”, indica el estudiante.
“Fabriqué la bobina por hobby y al culminarla entendí que con herramientas como esta es más fácil asimilar los conceptos en la educación, porque a través de la experiencia la teoría se vuelve práctica y no se olvida”, explica el estudiante, quien con este dispositivo ha enseñado ciencia e ingeniería en varias instituciones de educación básica, primaria y secundaria de Medellín y municipios cercanos.
“Tardé cerca de un año en reconstruirla sin saber si iba a funcionar, pero igual me arriesgué y la desarrollé, y aunque tuve accidentes en el proceso pude terminarla”, confiesa.
La bobina tesla musical consiste en una fuente de alimentación, un condensador eléctrico, un transformador y una punta fina para que el rayo salte a través del aire.
El artefacto debe ser ajustado y operado cuidadosamente, pues un ajuste inapropiado podría generar una chispa de descarga que destruiría el cable de la bobina e incluso objetos cercanos.
“Una vez, entre ensayo y error, conecté la bobina al tomacorriente y dejé sin luz el edificio donde vivo”, recuerda el estudiante de la UNAL.
Según su experiencia, la educación colombiana sigue siendo metódica y lineal frente a asignaturas que exigen más dinamismo. “Con los niños uno debe ser muy práctico y no entrar en tantos tecnicismos, por eso la herramienta ayuda a explicar materias complejas, pues la práctica facilita adquirir los conceptos teóricos”.
“Si se enseña desde pequeños con metodologías dinámicas y prácticas podríamos educar mejores profesionales”.
Cuando Juan José estaba en el Colegio de la Universidad Pontifica Bolivariana propuso un proyecto de automatización de riego para huertas que fue financiado por la institución, y además armó una impresora 3D casera y ahora la tecnología está instalada en el colegio.
“Me alegra aportar al desarrollo de proyectos que hagan de la educación una experiencia diferente”, indicó el estudiante.
El futuro ingeniero sigue desarrollando proyectos tecnológicos por medio de su emprendimiento dedicado a la automatización doméstica y a la instalación de cámaras de seguridad.
“A veces somos muy buenos teóricos pero a la hora de aterrizar a la realidad no sabemos cómo hacerlo, por eso considero que hay que meterse en el campo y para ser ingenieros integrales es necesario ensuciarse las manos”, destaca.