Estudiante de la UNAL participará en encuentro mundial de premios Nobel
Este año el evento –organizado por Asociación Columbus y la Fundación Lindau– se realizará entre el 23 y 27 de agosto en Lindau (Alemania), con la participación de 20 ganadores del premio. Dos de ellos, los estadunidenses Robert B. Wilson y Paul Milgrom, serán el centro de atención para el joven investigador de la UNAL, puesto que le podrían responder varios de sus interrogantes sobre la aplicación en el contexto colombiano de la teoría de subastas, área en la que se ha especializado.
El joven de 23 años, que también es profesor auxiliar en ciencias económicas, explica que la teoría de subastas es una rama de estudio que inició en los años sesenta, pero que solo hasta 1994 comenzó a tomar relevancia en los Estados Unidos, cuando la Comisión Federal de Comunicaciones decidió llamar a académicos para diseñar un plan que le permita al Estado ampliar y maximizar sus ganancias.
“Gracias al desarrollo de la teoría de subastas, en 2020 los economistas Wilson y Milgrom ganaron el Nobel, y mi interés es ver cómo se aplica dicha teoría al contexto colombiano –partiendo del hecho que con la Ley 1978 de 2019 el Estado busca no solo maximizar el ingreso sino el bienestar social, es decir, conectar a la mayor cantidad posible de personas dispersas en el territorio nacional, en especial en zonas rurales–, ya que esta ha sido pensada y desarrollada en contextos sociales distintos al de Colombia, en países más estables y menos diversos quizá” manifiesta el estudiante Hernández.
En ese sentido, su reto como investigador es analizar cómo adaptar la teoría a la realidad nacional: “debemos replantear un poco lo que proponen esos premios Nobel”, señala el economista.
Agradecido son su alma mater, destaca además que sus inquietudes intelectuales han sido respaldadas en la Facultad. Por ejemplo, siempre le llamó la atención que mientras fue estudiante de economía todos los profesores tenían el enfoque de “aterrizar” las tendencias y teorías económicas internacionales a las realidades nacionales y regionales, y no solo copiarlas y dar por hecho que funcionan para todo escenario.
“Por eso deseo demostrar que con las herramientas matemáticas que poseo se puede encontrar un enfoque específico para el país, y a partir de ahí crear teoría adecuada para cada caso”.
“El tema de mi tesis es sobre la teoría de subastas en la asignación de espectro electromagnético de Colombia a través de un mecanismo de señales. Por ejemplo, qué debo hacer yo como subastador, o sea, como Estado, para que el operador que adquiere la licencia de espectro efectivamente sí cumpla con los requisitos de conectar a más personas”.
Agrega que “por eso lo importante es construir una señal lo más certera posible, en un sentido matemático, para que si a la empresa Claro se le asigna una banda de espectro, entonces esta le devuelva al país un estado menos desigual en la repartición del servicio”.
Por otro lado, destaca que en la Facultad de Ciencias Económicas ha recibido el apoyo del profesor Oliver Pardo, quien en su tesis doctoral trabajó en subastas del sector energético.
También del profesor Francisco Lozano, quien dicta un curso de teoría de juegos avanzada y en especial de juegos bayesianos como la teoría de subastas.
Y por último, del profesor Juan Pablo Herrera, su director de tesis, quien le ha mostrado cómo hacer el puente entre la teoría y la realidad, en aras de llevar la solución a una política pública.
“Espero en el encuentro con los Nobel recibir consejos y aportes importantes a la construcción que he venido desarrollando para el caso colombiano y también compartir con jóvenes investigadores de otras partes del mundo sobre éxitos y fracasos de cada región”, enfatiza.
En cuanto a qué se necesita para ser seleccionado en estos encuentros internacionales, el joven economista considera que “la disciplina, el amor y la pasión por lo que se hace determinan el surgimiento en el ámbito profesional. Por ejemplo, cuando debo dar las clases como profesor asistente, aunque tenga sueño o esté muy cansado, el entusiasmo de transmitir conocimiento y aprender de los estudiantes hacen que lo demás pase a un segundo plano”, concluye.