Estructuras académicas no deben perpetuarse en el tiempo

El experto, invitado al encuentro Visión 2034, realizado por la U.N. con el fin de continuar la construcción de la visión y el plan prospectivo de la Institución a dos décadas, señaló: "Con los avances científicos y tecnológicos, el conocimiento se retrasa, por lo que son necesarias estructuras de formación permanente y continua en la Universidad".

Aunque son varios los temas para tener en cuenta en una proyección de estas características, es fundamental destacar la contribución de las instituciones de educación superior al mejoramiento de la gobernabilidad democrática de los países, que en el caso de Colombia, necesita más participación y un carácter más inclusivo que renueve las propuestas políticas.

En opinión de Fernández Lamarra, es importante que las universidades contribuyan a una democratización social, con la inclusión de personas de culturas diferentes y bajos recursos, víctimas de los sistemas sociales. Las instituciones deben crear políticas que beneficien a estos individuos.

El profesor aseguró que los desafíos giran en torno a lo político-social, con miras a mejorar la equidad. Sin embargo, "primero debemos mejorar nosotros mismos y perfeccionar los métodos de gestión, para ser más participativos e inclusivos".

La innovación debe ser el punto central de las políticas. Las estructuras académicas y pedagógicas, así como los planes de estudio no deben perpetuarse en el tiempo. Los avances de la ciencia exigen una actualización permanente y una flexibilidad en lo organizativo-curricular, pero sobre todo, en lo pedagógico.

Las nuevas tecnologías y la información relevante y pertinente que contienen las redes deben ser una ayuda para producir conocimiento.

Pertinencia académica y social

Se debe tener en cuenta la pertinencia académica y social. Existen modalidades y exigencias del conocimiento globales y regionales, que en países tan diversos como Colombia, en especial en la U.N. (con presencia en las principales regiones del país), deben tener un fuerte componente social.

Para este docente argentino, el proceso de una nueva reforma debe ser desarrollado conjuntamente, no solo con profesores, investigadores y estudiantes, sino también con la sociedad en general, consolidando así una relación universidad-sociedad.

Asimismo, es necesario enmarcar los proyectos de mediano plazo en lo inmediato; el corto plazo debe salvar las actuales deficiencias. De esta manera se podrán preparar las nuevas bases con un criterio de planificación estratégica y con seguimiento y evaluación constante para alimentar la actualización de programas y proyectos.

Al concluir su presentación, el experto destacó que el éxito está en tener un pensamiento dinámico, renovado y emprendedor, que se convierta en un valor de la universidad, de manera que se refleje en sus futuros profesionales.