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Política y Sociedad

Este domingo en Periódico UNAL: bien común, ¿cómo se aplica este concepto en la realidad colombiana?

    En esta nueva edición del periódico de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), Periódico UNAL, 18 académicos analizan el concepto de bien común a partir de su aplicación en el acceso al agua y en el derecho a tener un aire limpio, un sistema financiero no especulativo, y medicamentos cuyos precios no estén mediados por las multinacionales, entre otros temas. Espérela desde el domingo 6 de octubre para suscriptores del diario El Tiempo y en periódico.unal.edu.co

    Uno de los académicos invitados es el filósofo Dorando J. Michelini, profesor de la Universidad Nacional de Río Cuarto (Argentina), quien afirma que “a lo largo de la historia del pensamiento y la cultura occidentales el concepto de bien común ha sido una idea fructífera para orientar ética y jurídico-políticamente la interacción ciudadana. En la actualidad, sin embargo, el concepto ha perdido visibilidad en las discusiones públicas”.

    Agrega que, “ausente de los debates públicos, el concepto de bien común es reemplazado por términospropios del estado de desarrollo de las sociedades modernas, como los que se expresan en las ideas de interés general, bienestar general, o incluso de justicia”.

    De otro lado, en su artículo “Cultura política mafiosa” el profesor Óscar Mejía Quintana, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la UNAL, afirma que “pobreza, desigualdad o desempleo, clientelismo y corrupción son solo algunos de los nefastos ingredientes del caldo de cultivo que la cultura mafiosa del país ha sabido aprovechar para ponerla al servicio de sus propios intereses”.

    Episodios como la “parapolítica”, la “farcpolítica” o la “yidispolítica” dan cuenta de esa terrible captura mafiosa del Estado que hemos tenido en Colombia.

    Por su parte, el profesor Daniel Libreros, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la UNAL, explica por qué la desregulación de capitales es el soporte de una globalización determinada por un tipo de acumulación de riqueza basada en el despojo y la especulación, lo que sucede por ejemplo con la especulación inmobiliaria, la privatización de las empresas públicas o la bancarización de la naturaleza.

    Aire y agua, derechos limitados

    Aunque en 2023 el 91,2 % de la población colombiana tenía acceso a agua potable, más de 390 municipios en departamentos como Santander, Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Magdalena, Bolívar y Cesar están expuestos a sufrir escasez.

    Según Juan Camilo Mira, coordinador ejecutivo del Fondo Emerger, “aspectos como la ejecución de políticas públicas fragmentadas que provocan, entre otras cosas, una gestión deficiente de los recursos y esfuerzos, explicarían en parte por qué en este momento el país afronta dificultades de abastecimiento”.

    Con respecto al derecho a un aire limpio, aunque se estima que la mala calidad del aire –problema que agrava condiciones de salud como cáncer, enfermedades pulmonares y cardíacas– causa más de 8.000 muertes anuales en el país, muchos municipios, incluso ciudades importantes, carecen de sistemas de monitoreo eficaces que den cuenta de la situación real en buena parte del territorio.

    “Garantizar el derecho humano a un aire limpio va más allá de mejorar la calidad de los datos y la continuidad de la información”, señala el profesor Néstor Yezid Rojas Roa, director del grupo de investigación Calidad del Aire de la UNAL, en su análisis.

    Medicamentos, trabajo e impuestos

    Entre 2010 y 2023 el mercado de medicamentosen Colombia se triplicó, al pasar de 6,9 billones de pesos a 24,7 billones de pesos. El 67 % de este valor (cerca de 17 billones de pesos) proviene de recursos públicos del sistema de salud colombiano, esto es cerca del 20 % del gasto total en salud y el 1 % del PIB o riqueza del país, un porcentaje mucho mayor del que gastan los sistemas de salud de Brasil, Chile o México en medicamentos.

    Así se establece en el libro Reglamentación farmacéutica: Ni atajos, ni obstáculos, una publicación conjunta de la UNAL y la Asociación de Industrias Farmacéuticas de Colombia (Asinfar), referenciado por la profesora Claudia Vaca, directora del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la UNAL en su análisis sobre por qué el acceso a medicamentos en el país todavía se encuentra lejos de ser considerado como un bien común.

    La profesora Diana Colorado, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la UNAL, indica en su análisis que “aunque los trabajadores son generadores de riqueza, su aporte al desarrollo de las economías frecuentemente es ignorado por los gobiernos, una realidad que se evidencia en la falta de políticas públicas que apuesten por detener el incremento de la precariedad laboral y de las altas tasas de desempleo, que en el país alcanza a 13 millones de colombianos”.

    Y según el profesor Víctor Mauricio Castañeda Rodríguez, de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNAL, “mientras la sociedad perciba que el sistema tributario afecta cada vez más sus bolsillos y favorece el de los más ricos, estará menos dispuesta a pagar lo que el Estado exige; así, fenómenos como la evasión –que en el país se estima en 60 billones de pesos al año–, la corrupción y la desconfianza en el Estado o entre ciudadanos minan el pacto fiscal que se configura tras la tributación.

    Estos y otros temas podrá leerlos desde el domingo 6 de octubre en Periódico UNAL, que circula para suscriptores del diario El Tiempo, y al que también podrán acceder a través de periódico.unal.edu.co