Estación de trabajo para tejedoras de Aguadas con diseño industrial de la UNAL, registrado ante la SIC
Al conocer estos desafíos, los creativos decidieron estudiar cómo trabajan las tejedoras para desarrollar una estación de trabajo adecuada y que cumpliera con los parámetros necesarios para que fuera útil para todas independientemente de su morfología.
El Diseño Industrial es una disciplina que abarca la creación y el desarrollo de conceptos y especificaciones que optimizan la función, el valor y la apariencia de productos para el beneficio tanto del usuario como del fabricante. En este contexto, la Universidad registró “Asiento”, un diseño industrial innovador que nace de las convocatorias de Extensión Solidaria de la Institución.
Su diseño innovador promete mejorar la comodidad y la ergonomía, adaptándose a las necesidades de los usuarios modernos. La expectativa es que este nuevo diseño no solo se destaque por su apariencia, sino también por su funcionalidad mejorada, ayudando a reducir el desgaste físico y mejorar las condiciones laborales de las tejedoras.
El profesor Juan Manuel Sarmiento Nova, de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UNAL Sede Manizales y líder del proyecto, indica que “durante el proceso de investigación se observó que para cada momento del tejido las artesanas adoptan una posición física distinta”.
Además deben mantener la fibra húmeda para evitar que se quiebre, por lo que el asiento incluye un espacio para colocar un recipiente con agua y los elementos necesarios para elaborar los sombreros.
El equipo de diseño trabajó minuciosamente para que el “Asiento” esté diseñado para ser utilizado en diversos entornos, desde oficinas hasta espacios públicos, pero especialmente en las estaciones de trabajo de las tejedoras de Aguadas. Los diseñadores son Juan Manuel Sarmiento Nova, Andrés Felipe Roldán García, Lina Clemencia Bedoya Rivera, Angélica Betancur Montes, Maikol Steven Cifuentes Arias y Esteban Ramírez Gómez.
Su diseño innovador promete mejorar la comodidad y la ergonomía, adaptándose a las necesidades de los usuarios modernos. La expectativa es que este nuevo diseño no solo se destaque por su apariencia, sino además por su funcionalidad mejorada, ayudando a reducir el desgaste físico y mejorar las condiciones laborales de las tejedoras.
En Aguadas el uso del sombrero artesanal de palma de iraca es una tradición heredada de la colonia que hoy representa todo un valor cultural para la región; tanto es así, que en 2012 obtuvo la “Denominación de origen”, es decir que solo allí el “aguadeño” tiene unas características especiales. Para conservar su valor y cautivar a las nuevas generaciones, la UNAL Sede Manizales trabaja de manera conjunta con tejedores de la región.
El grupo está conformado por casi 100 tejedoras de entre 50 y 85 años, quienes han hecho del tejido del sombrero aguadeño un estilo de vida, una tradición heredada de generación en generación que suma más de 150 años. Además participan 30 jóvenes.
“Para la mayoría de ellas la producción del sombrero representa el sustento diario para sus familias”, señala Steven Delgado Cortés, coordinador del Consultorio de Emprendimiento de la UNAL Sede Manizales, líder de este proyecto de fortalecimiento territorial en Caldas.
Precisamente fueron ellas quienes se acercaron a la Casa de la Cultura del municipio para expresar su preocupación frente a la necesidad de generar estrategias que les permitan, por un lado, aumentar el interés de las nuevas generaciones por esta tradición que tiene mucho potencial para el emprendimiento, y por otro, contrarrestar el efecto de la creciente industrialización de este producto que le está restando valor al proceso de elaboración artesanal.
Con “Entramados”, la UNAL Sede Manizales se busca cautivar a los jóvenes para transferirles el conocimiento, y de paso que lo vean como una alternativa económica que genere desarrollo en la región.
Para ello se creó un semillero de conversaciones que durante la semana reúne a las tejedoras con jóvenes para presentar sus nuevos productos y establecer estrategias de difusión con el uso de la tecnología, generando campañas y mercadeo (marketing) en redes sociales. Además, un equipo de mujeres recibe a los jóvenes para enseñarles la práctica del tejer y colaborar en la producción.