#Escrache se abre paso en redes contra violencias de género
El escrache es un instrumento para visualizar y desnaturalizar las violencias basadas en género que surgen desde los ámbitos académicos, laborales y sociales.
A partir de movimientos creados desde el escrache se han desarrollado estrategias para la justicia de género y el acompañamiento a las víctimas en instituciones educativas del país, las cuales ponen este tema en la agenda.
La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín adoptó esta señal de alerta como un mecanismo más para contribuir a que las mujeres que sufren violencia de género puedan reportar agresiones.
Así se dio a conocer en el conversatorio “Escrache, hashtags y violencias contra las mujeres”, organizado por la Facultad de Minas en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer que se celebra cada 25 de noviembre.
Actualmente el Observatorio de Asuntos de Género de la UNAL (OAG-UN) trabaja para fortalecer una cultura institucional de equidad de género e igualdad de oportunidades para mujeres y hombres.
El OAG-UN hace seguimiento a la implementación de las medidas y acciones de la política institucional de equidad de género, reglamentada en el Acuerdo 035 de 2012 del Consejo Superior Universitario.
Al respecto, la profesora Johana Vásquez Velásquez, decana de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la UNAL Sede Medellín, explica que “desde el OAG y las facultades se están adelantando actividades informativas que identifiquen los tipos de violencia y se crean dinámicas que vayan de la teoría a la acción”.
En todas las sedes de la Universidad, el OAG-UN está integrado por decanos, representantes del sindicato (Sintraunal), docentes y estudiantes que ayudan a gestar espacios de diálogo sobre las nuevas masculinidades y relaciones igualitarias, dentro de un marco laboral y académico.
“Se debe resaltar que los hombres comienzan a reflexionar sobre la manera como se relacionan con las mujeres; en casos particulares, varios compañeros se han preguntado si ellos han ejercido este tipo de violencias que antes no se reconocían”, afirma María Fernanda Vargas, abogada feminista de la UNAL Sede Bogotá.
El escrache se actualizó y migró a las redes sociales como un mecanismo que expone al agresor de casos concretos de mujeres que fueron violadas, maltratadas, acosadas o abusadas.
“Cuando las mujeres están siendo acosadas y agredidas y no hay testimonios o testigos, entonces no hay carga probatoria, es decir que solo se tiene el testimonio de la víctima y del agresor. Sin embargo, la Corte Constitucional ha indicado que el testimonio de las víctimas debe tener mayor prevalencia”, aseguró la abogada Vargas.
La Corte Constitucional falló a favor de las víctimas de violencia de género en la Sentencia T-289/21: “este tipo de publicaciones, que pueden darse en redes sociales, comportan un asunto de especial importancia para la sociedad como lo son las reivindicaciones sociales por los derechos de las mujeres y la lucha contra la violencia de género”.
La abogada Lucía Giudice Graña, especialista en Estudios de Derechos Humanos de la Universidad de la República de Uruguay, indica que el papel que tiene la institucionalidad debe ir más allá de la denuncia oficial.
“Los estándares internacionales desarrollados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos indican que la debida diligencia es investigar la problemática de manera oportuna”, expone.
También hace hincapié en que el escrache o las diferentes formas de protesta y denuncia no deben concentrar sus esfuerzos en la sanción y el castigo para el atacante, sino en prevenir las violencias de género en todas sus formas, y, lo más importante, en la resocialización del victimario.
Por último, el escrache se plantea desde el marco académico como una forma de justicia que las mujeres pueden encontrar por medio de la visibilización de las violencias que vivieron, aunque eso no suponga una condena jurídica, institucional o disciplinaria al agresor.