Estos son algunos de los datos compartidos por la doctora Andrea Carolina Castro Tobón, epidemióloga y Gestora Nacional de Enfermedades Huérfanas e Infecciosas de la EPS Sanitas, asegurador con el que trabaja hace más de dos años el Hospital Universitario Nacional (HUN), de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).
En el marco de las actividades desarrolladas para celebrar el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, la doctora Castro comentó que los servicios del 79,5 % de la población pueden ser asumidos mediante atenciones primarias en centros médicos pequeños y con médicos generales y enfermeras, y los de un 20 % requieren atención especializada para enfermedades cardiovasculares, cirugías neurológicas y reemplazos articulares, entre otros.
"El 99,5 % de la población afiliada nos consume el 60 % de los recursos, pero solo un 0,5 % de nuestra población consume el 40 %", aseguró la doctora, y agregó que a este grupo pertenecen las patologías de alto costo y todos los pacientes de enfermedades huérfanas, entre las que se destaca la esclerosis múltiple, en la que el sistema inmunológico degrada la cubierta protectora de los nervios y que además representa una carga social importante porque afecta a muchas personas jóvenes en edad productiva.
Las entidades promotoras de salud, como en la que trabaja la doctora Castro, han encontrado una mayor concentración de casos en Bogotá, con 32,1 por cada 100.000 pacientes.
Esta población cuenta además con una prevalencia nacional de 20,8, superior a la reportada de manera general para todo el país en el estudio del Hospital San Ignacio con 7,2 por cada 100.000 habitantes. La EPS Sanitas tiene afiliados hoy a 547 pacientes con esclerosis múltiples.
El gasto que más pesa para el tratamiento es el medicamento modificador de enfermedad. Por ejemplo, productos como alemtuzumab alcanzan los 115 millones de pesos al mes, mientras que cuando no estaba asegurado una sola dosis podía alcanzar los 167 millones de pesos.
Pese a su alto costo, son medicamentos con los que las cifras de recaída se han podido bajar a 0,045 pacientes al año, "frente al 0,5 que deberíamos tener, por eso sabemos que lo que estamos pagando vale la pena, porque los pacientes no están presentando recaídas", comentó la doctora.
Pero los medicamentos no son los únicos costos de esta enfermedad. Entre honorarios médicos, gastos hospitalarios, laboratorio clínico y radiológico, medicamentos no pos y pos, un paciente le cuesta a las aseguradoras como Sanitas 2.671.662 pesos al año, un costo bastante alto si se tiene en cuenta que por cada paciente solo se reciben 82.700 pesos por unidad de pago por capitación (UPC). Este es el valor anual que se reconoce por cada uno de los afiliados al SGSSS para cubrir las prestaciones del Plan Obligatorio de Salud (POS), en los regímenes contributivo y subsidiado.
"Lo demás lo pagamos todos los que aportamos y trabajamos, por eso deberíamos cuidar el Sistema, porque yo no creo que hoy estos 547 pacientes puedan pagar los 1.400 millones de pesos mensuales que valen sus servicios de salud", declaró la doctora Castro.
Precisamente la preocupación sobre este sistema es que pueda soportar el ingreso de nuevos medicamentos de alto costo, como el ocrelizumab, y el desarrollo de nuevas tecnologías como los experimentos con trasplantes de células madre.