De esta forma, la clase dirigente del Departamento le apunta a la conservación y el cultivo de sus bosques como estrategia para mejorar sus condiciones ambientales y combatir el grave problema de deforestación por el que atraviesa.
La vicerrectora de la Sede Medellín, Ana Catalina Reyes, al destacar la importancia de esta iniciativa, expresó que "este es un pacto para adelantar acciones desde el punto de vista de la concertación con las comunidades, los mineros y los ganaderos, para transformar esa situación de Antioquia, y que realmente preserve, cuide y conserve sus bosques. Lo importante es amortiguar el problema ambiental que tenemos en este momento".
La UN en Medellín cuenta con 397 especies arbóreas, convirtiéndose en un espacio verde y único en el Valle de Aburrá, como ejemplo de su intención académica e investigativa, al ser un campo de conocimiento con el cuidado, control y mejoramiento de esta especie de reserva. Desde la Escuela de Agronomía, la carrera de Ingeniería Forestal, la Maestría en Bosques y Conservación Ambiental y el trabajo interdisciplinario de todas las facultades, la Universidad ha dispuesto toda su capacidad y conocimiento para el desarrollo de este pacto.
El problema de la deforestación en Antioquia es tan grave que, con un territorio de más de 6 millones de hectáreas, solo posee 2 millones cubiertas por bosques nativos. Esto es consecuencia de las 380 mil hectáreas que se deforestaron entre 1980 y 2000 con una tasa anual de 14 mil. A eso se le agrega el mal uso de los suelos, con una minería irresponsable, una agricultura de monocultivos y una agroindustria que se ha hecho a costa del derrumbe de bosques nativos.
El Departamento tiene más de 3 millones de hectáreas aptas para el establecimiento de bosques productores pero solo ha cultivado un 1,8% de ese potencial. Situación que se enmarca en una crisis nacional en la que en Colombia se ha arrasado con el 31% de todos los bosques nativos y desaparecido 8 páramos en 45 años. Solo en 7 años, entre 2000 y 2007, desaparecieron en el país 211 especies arbóreas, de las cuales 17 lo hicieron en Antioquia.
Clara Inés Restrepo, directora del Jardín Botánico, y quien estuvo presente en todo el desarrollo de la firma del proyecto, señaló que "podemos cambiar el futuro de Antioquia, podemos construir un modelo de desarrollo realmente sostenible aprovechando la enorme riqueza ambiental que tenemos".
Entre los compromisos asumidos con este pacto por las diferentes instituciones y por la sociedad en general, se destacan: la planeación estructurada y concienzuda en prácticas como la minería, la ganadería y la agricultura, buscando que sean verdaderamente responsables en el trato con la naturaleza; retorno de los campesinos desplazados y construcción de equilibrio territorial entre estos y el medio ambiente; administración de áreas protegidas; divulgación de conocimiento; y trasformaciones culturales que logren una apropiación de raíz sobre estos problemas tan trascendentes en la conservación de la vida.