Esta vez, la propuesta presentada por el conjunto del Conservatorio de Música rescata del pasado los largometrajes de inicios del siglo XX y reinventa la música en vivo que ambienta al séptimo arte.
La plazoleta de la gobernación del Cesar fue el escenario donde La comedia de 1926, El maquinista de la general, de Clyde Bruckman y Buster Keaton, recreó con la música escrita por el maestro Voronkov la vida de los estadounidenses en 1861, durante la Guerra Civil.
Como si fuera parte del montaje o estuviera en el guión, una tormenta eléctrica que iluminaba la joven noche del jueves avisaba una posible lluvia. La predicción se volvió realidad con un fuerte aguacero que al final hizo parte de la puesta en escena, pues el maestro, inmerso en sus partituras, no le prestó atención, creando cierta lealtad y unión con el público que agradeció, en medio de aplausos, la oportunidad de continuar disfrutando la fusión de imagen y música bajo la lluvia.
El maestro Voronkov, artista soviético adoptado por la universidad Nacional, quien en esta ocasión estuvo al frente de la interpretación magistral del piano y la dirección del conjunto, destacó lo gratificante de hacer música en vivo: "el músico se arriesga al momento de su performance, allí refleja su valentía, sin ayudas, natural, real, sin arreglos ni manipulaciones".
De esta manera, este espectáculo llamado "Cine en directo" se enfrenta al playback actual, a la música de estudio que se vive en televisión, a través de dispositivos de almacenamiento y toda la parafernalia tecnológica, que hace que la sociedad se distancie de la emoción de vivir la música en directo.
Así como el photoshop a la imagen, la posproducción también le quita las arrugas a la música, su belleza esencial y su transparencia. "Nosotros hacemos música con arrugas, música de verdad", resaltó el maestro.
El maquinista de la general, la primera de las dos proyecciones que lleva en esta ocasión la U.N. a Valledupar y al municipio de Codazzi, rodó al ritmo de la música escrita y dirigida por Voronkov, acompañado de docentes y estudiantes del Conservatorio.
Lo que los vallenatos tuvieron la oportunidad de ver comenzó realmente en un festival de cine al aire libre en Barcelona, España, donde participó el maestro. Los organizadores fueron los culpables de animarlo a crear su propia música para el largometraje. Cuenta el soviético que su camino hacia este objetivo lo comenzó conociendo las bandas sonoras del film y al vincularlas con las imágenes encontró que tenía capacidades para darles una nueva música.
Después todo fue natural para él, un proceso de edición mental en el cual cortó las imágenes y se dejó inspirar por los dos antagonistas, el ejército del norte y el del sur en la Guerra Civil americana.
La locomotora, "La general" y su maquinista, quienes conforman al ejército del sur, son también sus héroes principales. Ellos inspiraron en él la dulzura, lo romántico, un sentimiento entrañable que ambientó con instrumentos clásicos como el violín, el oboe, la trompeta y un cuarteto de cuerdas.
Por otro lado, el ejército norte, agresivo y dinámico, lo acompañó con un conjunto de jazz, allí la batería, la trompeta, el contrabajo, el clarinete y los saxos imprimen la emoción y la acción de las situaciones de persecución que se dan en la película.
"Lo que hacemos en el escenario es enfrentar los dos conjuntos, crear una guerra musical en el que solo existen tres segundos de silencio, para lograr al final una unificación, entonces tocamos como uno solo, la participación del público es clave durante todo el concierto" resaltó el Voronkov.
Lo que muestra en el escenario el conjunto es un ejemplo, según él, de lo que debe suceder en la realidad y en la coyuntura de Colombia. Dos estilos musicales representan dos ejércitos que en el fondo son la misma gente, de una misma nación, donde las fuerzas se pueden unir.
Para el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, la colaboración de la Universidad en proyectos de todo tipo en la región es invaluable.
El aporte de la cultura de la U.N. al departamento es muy importante. "Un intercambio cultural se ha generado de parte y parte; el vallenato, de viaje al interior, y la música clásica, recibida en la costa, son una riqueza para la comunidad y desarrollo para el país, pero especialmente para el Cesar que presenta un déficit de eventos culturales en la región, que no nos permite conocer la diversidad de los géneros existentes", resaltó el mandatario.
La función de La Quimera del Oro, de Charles Chaplin, cerrará la visita del ensamble al Cesar, su proyección será en la Plaza de Las Guitarras del municipio de Codazzi, hoy a las 7 p.m.
Este evento se realiza dentro de la línea programática orquestal internacional de la Dirección Nacional de Divulgación Cultural (DNDC) de la U.N.
La organización, que es de la DNDC en asocio con el Conservatorio de Música de la U.N y con el apoyo de la Gobernación del Cesar, se da en el marco del proyecto "Fomento y difusión de la cultura en el departamento del Cesar".