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Salud

Enfermería se debe preparar para detectar conductas suicidas

  • El estudio pone en evidencia la necesidad de capacitar en salud mental a los profesionales de enfermería. Foto: Agencia de Noticias - Unimedios

  • Depresión, abuso sexual y problemas económicos, entre otros factores, inciden en casos de suicidio en adolescentes. Foto: Creative Commons

  • Por tener fácil acceso a la comunidad y conocer sus necesidades, la enfermera puede plantear estrategias de intervención. Foto: Agencia de Noticias - Unimedios

  • La enfermera escolar cumple un papel prioritario en proyectos de prevención de conductas suicidas. Foto: Agencia de Noticias - Unimedios

  • Los entornos que se perciben como violentos o agresivos son considerados como un factor de desenlaces fatales. Foto: Creative Commons

Un estudio determinó la necesidad de capacitar a estos profesionales tanto en salud mental como en lo referente a la ideación y conducta suicida en los pacientes que atienden.

Daniela Mira, magíster en Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) y autora de esta investigación, considera fundamental que la enfermería no solo esté al tanto de las guías de tratamiento, sino de implementar protocolos, cursos de acción e investigaciones dirigidas al personal de la salud, a docentes y a padres de familia, quienes tienen mayores posibilidades de detectar tempranamente la conducta suicida de jóvenes entre los 15 y 19 años de edad.

Los problemas  tanto individuales "depresión, consumo de psicoactivos, abuso sexual" como familiares "falta de dinero en el hogar o antecedentes de conducta suicida" son algunas de las causas que motivan los intentos de suicidio de personas entre estas edades.

"Tales circunstancias se relacionan tanto con la incertidumbre ante el futuro y las inseguridades propias de la adolescencia como con los procesos de búsqueda y redefinición de su identidad, que afectarían negativamente su salud mental", señala la magíster, quien para la investigación revisó cerca de 50 publicaciones de 1995 a 2018.

Otros factores que inciden son los entornos que se perciben como violentos o agresivos, como la escuela o la comunidad en la que se habita, además de la cultura, las creencias, los roles de género y otras conductas prediseñadas.

El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses demuestra que mientras en 2015 se registraron 273 suicidios en población entre 15 y 19 años (195 hombres y 78 mujeres), en 2016 la cifra ascendió a 302, registrados en la misma población (197 hombres y 105 mujeres).

Por eso considera importante la participación de la enfermería en la creación de planes y proyectos dirigidos a las formas de intervención y atención a adolescentes en el ámbito de la salud mental, como la creación, implementación y evaluación del Modelo de Atención Integral en Salud (MIAS) y de las Rutas Integrales de Atención en Salud (RIAS).

En su revisión literaria, la investigadora encontró que la enfermería, como profesión social, tiene la posibilidad de acercarse a la comunidad y conocer así sus necesidades, con base en lo cual se plantean estrategias de intervención coherentes con esta.

En ese sentido, la enfermera capacitada en salud mental tiene la posibilidad de detectar oportunamente los factores de riesgo para la ideación y la conducta suicida en los adolescentes, y así mismo plantear intervenciones pertinentes e inmediatas que eviten un desenlace fatal.

"La enfermería escolar es una entidad que no está bien establecida dentro de las instituciones educativas nacionales, pero que, como se pudo observar en la revisión de la literatura, cumple un papel fundamental en la creación, puesta en marcha y seguimiento de los programas, planes y proyectos dirigidos a prevenir la conducta suicida en adolescentes", comenta.

Escalas de evaluación

En otros países las enfermeras usan escalas de evaluación de depresión, desesperanza y negatividad, en cuanto a técnicas de intervención utilizadas para reducir el suicidio de adolescentes LGBTI en los colegios.

"Los profesionales de enfermería enfocan su intervención en la creación y aplicación de planes, programas y proyectos en salud mental, y están en la capacidad de brindar la ayuda psicológica de primer orden y determinar el nivel de riesgo que presenta la persona, para así tomar la conducta correspondiente", asegura.

Sin embargo para realizar una estrategia efectiva en la prevención del suicidio el primer paso es derribar los estigmas existentes alrededor del tema, lo que permitirá brindar la educación necesaria acerca de los factores de riesgo, que permitirían ver el suicidio como un fenómeno susceptible de aparecer en cualquier momento de la vida.

El Estudio de Salud Mental en Colombia y la Encuesta Nacional de Salud Mental 2015 encontraron una proporción de ideación suicida del 6,6 % en adolescentes de entre 12 y 17 años, distribuida 7,4 % en mujeres y 5,7 % en hombres.

El documento también señala que la proporción de adolescentes que han intentado suicidarse, con respecto a quienes lo han pensado, es del 37,6 %.