Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia
/En Antioquia el fin de los barrios obreros estaría relacionado con urbanización descontrolada
Ciencia y Tecnología

En Antioquia el fin de los barrios obreros estaría relacionado con urbanización descontrolada

    Un análisis hecho en Itagüí señala que el traslado o el cierre de fábricas como Coltejer –que desde el inicio de su operación brindó soluciones de vivienda para sus trabajadores–, estaría generando cambios tanto en el mercado inmobiliario como en la población que habita estos barrios. Casos similares se pueden rastrear en Bello, con el traslado de Pantex en 2015 para construir el Parque Fabricato.

    Según Camacol Antioquia, el departamento tiene más de 420 proyectos de vivienda disponibles, con apartamentos entre 292 y 435 millones de pesos aproximadamente, muchos de ellos ubicados en torres de más de 30 pisos que rompen con el paisaje urbano. En los barrios estudiados y similares no suelen superar los 8 pisos.

    Uno de ellos es la nueva Ciudadela Coltejer, ubicada en los antiguos terrenos de la Compañía Colombiana de Tejidos en Itagüí. Esta fábrica se trasladó en 2021 a Rionegro y buscó inversores que compraran sus viejos lotes. Tras lograrlo, en la zona se ha evidenciado una valorización privada acelerada y una menos intensa en los barrios obreros cercanos.

    “Desde su llegada al municipio, en la primera mitad del siglo XX, Coltejer tuvo influencia en los barrios, pues mediante programas facilitó la construcción de vivienda, con el fin de mejorar asuntos de habitabilidad, garantizar cercanía, reducir salarios y atenuar posibles conflictos apelando a esta dependencia (paternalismo)”, cuenta Daniel Andrés Martínez Herrera, magíster en Estudios Urbano Regionales de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.

    Teniendo en cuenta esta relación y la situación actual de urbanización en el Valle de Aburrá, el investigador Martínez analizó las transformaciones residenciales en torno a la antigua fábrica, desde su surgimiento hasta la fecha, teniendo en cuenta los posibles impactos generados a raíz de la actual renovación urbana, como devaluación, fragmentación, gentrificación (llegada de personas con mayor poder adquisitivo afectando a la población original), entre otros.

    Las renovaciones urbanas en los barrios han dado lugar a transformaciones en la tipología de la vivienda (de casas a apartamentos) y han incidido sobre el valor de los inmuebles. Actualmente la compra de vivienda en barrios como los estudiados supera los 200 millones de pesos.

    Así mismo, según el Dane, en el primer trimestre del 2024 el valor de la vivienda nueva en Medellín y en su área metropolitana aumentó un promedio de 13,26 %, superando el promedio a nivel nacional que fue de 12,03 %.

    La construcción de barrios obreros en torno a Coltejer en Itagüí

    Para el análisis el magíster interpretó fotografías aéreas, imágenes satelitales y mapas. Asimismo realizó mapas temáticos y entrevistas, y revisó documentos de archivo empresarial y artículos de prensa.

    Así constató que en los inicios se construyó Sedeco, uno de los primeros barrios obreros del municipio, con 700 casas de un nivel, con 3 habitaciones, baño, cocina y solar para pequeños cultivos. Además el barrio tenía espacios de ocio, un comisariato y escuelas para los hijos de los empleados.

    El barrio se demolió tras una reestructuración empresarial en los años 80, y de este hoy solo queda la Iglesia Divino Redentor. Cuentan las familias que, antes de la demolición, Coltejer reclamó las casas. De hecho, años después el sector fue ocupado por una planta industrial de bebidas.

    A raíz de la necesidad de vivienda, varios empleados, con apoyo de programas de la empresa y préstamos de otras entidades, conformaron nuevos barrios aledaños, entre ellos los actuales La Esmeralda, Simón Bolívar, Artex, Villa Paula y Los Naranjos, también analizados durante el mismo período de tiempo.

    Del barrio obrero a la urbanización

    La demolición de la antigua planta fue el precedente de un cambio estructural en la división funcional y social del espacio que hoy se sigue extendiendo con el megaproyecto Ciudadela Coltejer. “Este busca crear una centralidad metropolitana, orientada al comercio y los servicios, en un sitio que por su ubicación no podrá salir al mercado con precios de vivienda de interés social”, explica el investigador.

    Además, las unidades residenciales serán estrato 5 o 6, mientras que los barrios aledaños son de estrato 3. “Es probable que, como ha ocurrido en otros sitios, se dé una disolución de la historia y la identidad local, de ahí que esta investigación pretenda ser un punto de partida frente a la necesidad de formular políticas públicas centradas en el desarrollo de los habitantes originales, para que no se vean perjudicados por renovaciones urbanas descontroladas”.

    Entre otros posibles efectos identificados por el magíster está una mayor presión inmobiliaria sobre las viviendas de los barrios evaluados, lo que desencadenaría procesos de desplazamiento y que estos pasen a ser habitables solo para personas con un nivel socioeconómico alto.

    “Del antiguo barrio Sedeco hoy solo prevalece la Iglesia Divino Redentor, declarada como Bien Patrimonial del municipio de Itagüí. Su presencia como único inmueble del antiguo barrio es un ejemplo de la importancia de evaluar qué ocurre con la llegada de nuevos mercados y constructoras, y qué papel debería asumir el Estado en cuanto a la protección de inmuebles como este y otros como las viviendas”, finaliza.

    Este análisis, adscrito a la línea de investigación en Materialidades Urbanas de la Maestría en Estudios Urbano-Regionales, fue dirigido por el profesor Luis Daniel Santana Rivas, adscrito a la Facultad de Arquitectura de la UNAL Sede Medellín.