“En 2030 el país no alcanzará a tener energía 100 % renovable”

El experto resaltó las implicaciones que traería esta meta trazada por el Gobierno nacional y dijo además que “una de las opciones que se plantea es cerrar las energías térmicas y reemplazarlas por renovables, aunque esta transición requiere de una capacidad mayor a la actual; se habla de que sea 3 o 4 veces más grande”.

Así mismo fue enfático al señalar que “las energías renovables son fuentes variables, lo que implica tener una flexibilidad dada por los embalses, y nuestra capacidad no es tan grande. Las térmicas también podrían ser una opción por ahora, solo si la participación de renovables sobrepasa un nivel de 20 %, de otro modo no sería capaz por la insuficiencia”.

Es decir, si se quisiera remplazar una planta de carbón de 100 megavatios (MW) con energía renovable se necesitarían 300 MW, cambio que por ahora Colombia no tendría cómo asumirlo.

“La transición energética no son las energías renovables, pero sin energía renovables no hay transición energética. Para que se dé ese cambio en la matriz necesitamos energías renovables y no vamos a alcanzar”.

“Las plantas híbridas también pueden ser una opción para la transición; la combinación de eólicas y solares, o de hidráulicas y solares, pero hay que tener en cuenta nuestras limitaciones”, explicó el profesor Corredor.

Por su parte el docente Omar Prías Caicedo, del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Facultad de Ingeniería de la UNAL, destacó que “uno de los grandes desafíos está en hacer más eficientes los combustibles fósiles, la energía térmica es una opción, pero es muy ineficiente, requieren altas concentraciones de carbón y gas”.

“La renovabilidad en la energía eléctrica es fundamental, pero en Colombia algunos sectores son críticos en cuanto a consumo de energía. Las industrias pequeñas y medianas no tienen la capacidad de entrar fácilmente a la transición, como quizá sí las grandes”.

Pese a ello, se ve una luz en las pequeñas centrales hidroeléctricas como fuente de aprovechamiento del recurso hídrico que posee el país en gran proporción, para el abastecimiento de energía eléctrica.

Una ruta de cambio

Uno de los grandes debates en torno a los mecanismos de acción a los que se deben recurrir en el periodo de transición radica precisamente en la organización conjunta, en la cual la Comisión Reguladora de Energía (CRE) tenga en cuenta las opiniones de los usuarios frente temas que les competan.

El profesor Manuel Alejandro Fula, del Departamento de Procesos y Energía de la Facultad de Minas de la UNAL, señaló que “los usuarios deben hablar por sí mismos dentro de las organizaciones y defender su propio interés”.

Por otro lado, aunque es bien sabido que el carbón es uno de los principales recursos utilizado mundialmente como generador de energía, también es fuente de gases de efecto invernadero que impactan considerablemente en el cambio climático.

En el país funcionan 19 plantas eléctricas a carbón, y aunque aún está la incertidumbre de si serán cerradas; si es así, “se debe diseñar un plan respecto a los trabajos que se van a perder y a los impactos económicos que esta acción puede tener en la comunidad”, indicó Álvaro Pinzón, geocientífico de la Universidad de los Andes.

“La seguridad energética también es vital; todas las políticas deben estar orientadas a garantizar el suministro de la energía eléctrica, además de mejorar las condiciones para invertir en proyectos de fuentes no convencionales de energías renovables y la infraestructura de transmisión y distribución”, concluyó el experto Pinzón.