La advertencia de Santana, coordinador de la Unidad de Emprendimiento, es hecha cuando se prepara para realizar la Feria anual de Emprendimiento, la vitrina ideal para aquellas personas que tienen una clara intención de convertir una idea de negocio en un proyecto empresarial concreto.
A juicio de Santana, "si se hace como una alternativa de desvare, es mejor que no se lleve adelante el proceso, porque lo más posible es que se quede a medias cuando la persona consigue empleo". "Ser emprendedor es una decisión de vida", agregó.
Para Santana, también investigador en Pymes del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la UN, después de tomada la decisión de convertirse en empresario, la mayoría de las personas tienen una idea "ya sea clara o no" de cuál sería el negocio. Aunque no tener una idea clara de negocio no necesariamente es un problema, sin embargo, es muy bueno contar con ella, porque permite enfocarse rápidamente.
No hay buenas o malas ideas, existen casos donde se conoce del negocio o sencillamente se está dispuesto a aprender. "Es indispensable que haya actitud y decisión de hacer las cosas, realmente es lo único que se requiere", explicó Santana, a la vez que apuntó que la mayoría de los negocios "surgen como malos", porque siempre hay que montar un modelo gerencial detrás y ponerlos a punto para que puedan funcionar, lo que toma tiempo.
Otro punto es sacar adelante el negocio rompiendo esquemas mentales, incluyendo los del propio emprendedor. Según Santana, la intención siempre debe ser la de sacar adelante el negocio "con la mente abierta a otras propuestas diferentes a las suyas y sin poner peros o cortapisas. No se trata de "comer entero", pero de otra forma sería solamente hacer su voluntad y eso muy pocas veces funciona en el mercado".
Luego sigue rodearse de personas expertas de cada tema, empezando por aquellas que pueden generar mayor confianza: familiares, amigos y compañeros. "Es clave saber quién sabe de cada cosa, quién es adecuado para cada labor y, además, quién es digno de confianza", añadió el investigador del CID.
Dentro del funcionamiento empresarial una de las primeras acciones debe ser la elaboración de un organigrama, donde quede claro quién le reporta a quién, cuáles son sus funciones y que responsabilidades tiene, lo cual permite establecer los perfiles de las personas con las que se trabajará en el negocio.
El plan de negocios, que constituye la base de todo el proceso de la nueva empresa, debe convertirse en la bitácora de vuelvo, ya que será la puerta de entrada a los recursos de financiación por parte de los bancos, de inversionistas privados e incluso del Estado. Por lo tanto, también "se trata de la oferta de venta de su empresa y debe estar enfocada a quien vaya a presentársele el plan", expresó el académico.
El inicio de operaciones es una decisión de cada emprendedor. "Hay gente que inicia la operación sin dinero, que empezaron vendiendo poco hasta que consiguieron para llegar a tener una operación mayor, porque les interesa arrancar. Otros esperan a tener un capital para empezar. Pero todo debería estar sujeto a qué tan grande es el negocio", sugirió Santana.
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