El Estado debe repensar la responsabilidad médica en el país

Según los invitados a una nueva versión del "Seminario sobre derecho a la salud: sistemas y democracias", organizado por el Centro de Pensamiento en Derecho a la Salud de la U.N., la responsabilidad médica está ligada con el ámbito jurídico; es así como la medicina y el derecho confluyen en un mismo objetivo, la conservación y el bienestar.

De esta forma, el derecho regula la universalidad de la cobertura y la calidad e integralidad de la salud; mientras el estado, por su parte, promueve el servicio y su restauración.

Tal responsabilidad en el país está amparada normativamente en el Código de Ética Médica de la Ley 23 de 1985, donde se establece, en el artículo 16, que la responsabilidad del médico ante las reacciones adversas, inmediatas o tardías por efecto de un tratamiento no irán más allá del riesgo previsto, es decir, que el médico asume el riesgo, pero no está comprometido con el resultado del servicio prestado.

Esto ha llevado a que los pacientes entablen demandas contra los médicos y las entidades promotoras de salud, por la deficiente prestación de diferentes servicios médicos hospitalarios. Muestra de ello es que, en el último año, las demandas han crecido en un 80 % e incluyen desde la prescripción de un medicamento hasta intervenciones quirúrgicas.

Para entender un poco el panorama, el magistrado del Consejo de Estado, Ramiro Pazos, explicó que la responsabilidad está dividida en dos partes: una subjetiva, que tiene lugar cuando el servicio no se presta en forma idónea o cuando no es oportuno y en consecuencia produce daños; y una objetiva, en la que la actuación por parte de una entidad promotora de salud es legítima, pero por agentes externos se afecta al paciente. Este es el caso de las infecciones intrahospitalarias o el mismo plan de vacunas, que ha producido efectos colaterales en algunos pacientes.

"En estos casos, la jurisprudencia del Consejo de Estado confirma que si bien es cierto que no se produce una falla clásica del servicio, se genera un daño de naturaleza de responsabilidad objetiva, que estaría destinado a ser indemnizado", señaló el magistrado.

Frente a esto indicó que en ambos casos las demandas han generado una gran problemática global, que implica una afectación a los recursos públicos, porque en últimas las condenas que se le realizan al Estado por los daños causados repercuten en el patrimonio de todos los asociados.

Durante la jornada también se afirmó que hoy en día la atención a los pacientes cuenta con nuevos paradigmas, pues ahora hay equipos de agentes en salud que atienden los requerimientos, lo que implica que ya no solo un médico es el encargado sino que la intervención depende de varios especialistas.

Según el director del Centro de Pensamiento en Derecho a la Salud, Hernando Torres, los cuerpos médicos ahora tienen que ver con el servicio porque están incorporados a unas instituciones y a través de ellos se actúa bajo ciertos protocolos. Esto conlleva a que los centros de salud tengan responsabilidades conjuntas en aspectos civiles, administrativos, de corte penal y disciplinario.

Es así como las enfermeras en su práctica tienen la responsabilidad del cuidado del paciente, de las Instituciones, el gremio, el equipo de salud y las historias clínicas.

Sin embargo, para la docente de Enfermería de la U.N., Elizabeth Murraín, se debe tener en cuenta que para ejercer estas responsabilidades fundamentales en el proceso de atención es clave valorar el trabajo de las enfermeras. "Hemos sido violentadas de manera verbal y física por parte de los pacientes; a esto se suma la mala remuneración económica".

Ante todas estas debilidades, los expertos recomiendan repensar la responsabilidad médica para mejorar el servicio y así no tener tantas demandas para el Estado.

Para la profesora Diana Colorado, coordinadora académica del Centro de Pensamiento, la responsabilidad médica tiene unos nuevos retos generados por las nuevas dinámicas y las tecnologías médicas, por lo que en el ámbito jurídico se debe dar mayor importancia a la prevención de los daños.

De igual forma, los expertos invitaron a que se considere la responsabilidad del profesional de la salud en la generación de diagnósticos sin demoras injustificadas, así como la posibilidad de contar oportunamente con exámenes de interconsultas para disponer de un tratamiento adecuado.

También se debe promover la relación médico"paciente, en la que se pueda tener una comunicación permanente, ya que la continuidad en la atención ha sido resaltada por diversos estudios como un elemento que reduce la probabilidad de determinadas fallas en la prestación del servicio.