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Ciencia y Tecnología

El día del Sol cenital dejó hoy a Bogotá sin sombras por un instante

    Se trata del fenómeno astronómico que ocurre cuando el Sol se ubica justo arriba de nosotros, y al mediodía, cuando su luz cae perpendicularmente, se ausentan las sombras de todos los objetos verticales, incluidas las personas. El “día del Sol cenital” ocurrió hoy en Bogotá a las 12:00 m., y el 5 de abril se dará en Medellín. Su importancia científica radica en que los datos recopilados se pueden usar para estudiar la atmósfera y la ionosfera de la Tierra, entre otros eventos celestes.

    El profesor Santiago Vargas Domínguez, coordinador de Investigación del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica que “este fenómeno se da cuando el Sol se encuentra exactamente sobre nuestras cabezas, en un punto de la bóveda celeste denominado cenit. En el territorio colombiano, el día cenital varía dependiendo de si nos encontramos en el sur, en la parte central, o en el norte del país”.

    “El instante sin sombra es temporal, y el Sol, al seguir su movimiento aparente en el firmamento, hace que las sombras de los objetos vuelvan a aparecer paulatinamente”.

    El día cenital ocurre desde que la Tierra orbita alrededor del Sol y su eje de rotación se inclinó en relación con el plano de su órbita: “según la teoría más aceptada, la inclinación de 23,5o se debe al impacto de enormes cuerpos que desviaron el eje de su posición original, como el que dio lugar a la formación de la Luna, por ejemplo”, explica el experto.

    El registro de este fenómeno a lo largo de la historia ha sido útil para determinar la ubicación precisa de un lugar en la Tierra, y en épocas anteriores facilitó la construcción de mapas.

    Así, desde hace millones de años, este día –que se presenta en diferentes épocas del año– ha sido de gran interés y ha causado fascinación en la humanidad. Aunque hoy las nubes y la lluvia que acompañaron a la ciudad capitalina no permitieron observar el fenómeno, se pronostica que pueda ocurrir nuevamente a mediados de septiembre.

    Oportunidades para registrarlo

    El día cenital se produce en lugares ubicados a una latitud de 23,5o, y, según indica el experto, esto ocurre porque el hemisferio norte de la Tierra está inclinado en su máximo grado en dirección opuesta al Sol, lo que hace que los rayos solares caigan perpendicularmente sobre el Trópico de Capricornio, a dicha latitud al sur del Ecuador.

    “En los trópicos de Cáncer y Capricornio se puede registrar un día cenital al año, mientras en las zonas intertropicales hay dos oportunidades de verlo. Si nos encontramos a una latitud más arriba del Trópico de Cáncer, o más abajo del Trópico de Capricornio, no habrá ningún día cenital durante el año”.

    “En el Ecuador de la Tierra los días cenitales ocurren en los equinoccios, es decir alrededor del 21 de marzo y del 21 de septiembre” aclara el académico.

    ¿Desde hace cuánto se observa el día del Sol cenital?

    Se dice que a lo largo de la historia este acontecimiento ha sido registrado por diversas culturas, como los antiguos egipcios y los mayas, quienes lo usaron para determinar la ubicación de templos y estructuras. También en observatorios antiguos, en especial de Inglaterra, se analizó en su momento este fenómeno astronómico.

    El profesor Vargas explica que el día cenital tiene importancia científica, ya que los datos recopilados durante el evento se pueden usar para estudiar la atmósfera y la ionosfera de la Tierra.

    “Teniendo en cuenta que cuando el Sol está en el cenit y los rayos solares atraviesan la menor cantidad de atmósfera, se pueden tomar datos a partir de este fenómeno. Por ejemplo, se puede utilizar para estudiar la propagación de ondas de radio a través de la atmósfera y la ionosfera” puntualiza.

    Hoy, a través de las cuentas oficiales del Observatorio Astronómico Nacional, con algunos invitados especiales expertos en astronomía, se hizo la transmisión de este acontecimiento desde este edificio histórico donde el “Sabio” Francisco José de Caldas observaba el movimiento del Sol.