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Salud

Ejercicio mejora respuesta de proteínas en pacientes con EPOC

    La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) afecta la respiración disminuyendo paulatinamente los niveles de oxígeno en la sangre (hipoxemia), e incluso su aporte en los tejidos (hipoxia). Poco se sabe sobre los cambios celulares y de las proteínas causados por la afección, y de cómo se agudiza cuando en paciente vive en zonas por encima de los 2.500 msnm; biólogos descubrieron estos cambios y construyeron un programa de ejercicio físico que se registró en las plataformas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

    Según la OMS, la EPOC es la tercera causa de muerte en el mundo, con más de 3 millones en 2019; además, el 90 % de estas se dan en menores de 70 años que viven en países de ingresos mediano y bajo, como por ejemplo, Colombia. Este problema se acentúa con situaciones como el tabaquismo y la decreciente calidad del aire a consecuencia de la contaminación.

    Esta enfermedad no tiene cura y el principal tratamiento consiste en medicamentos inhalados que dilatan las vías respiratorias y reducen la inflamación; aunque estos comienzan a actuar en segundos y su efecto puede durar algunas horas, existe un problema, y es que son generales, lo que quiere decir que no se ajustan a cada paciente y a sus particularidades, lo que limita su eficacia.

    En vista de esta situación, el fisioterapeuta Wilder Villamil Parra, doctor en Ciencias - Biología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se interesó por utilizar una de las herramientas más poderosas para la salud humana: el ejercicio, una actividad que en poblaciones con EPOC, debería ser primordial, y encontró que tres proteínas fundamentales para proteger el organismo ante la falta oxígeno funcionan mejor cuando se hace actividad física.

    “Los cambios en estas proteínas antes y después del ejercicio no se habían descrito antes, por ello realicé un estudio comparativo entre una población de pacientes con la enfermedad –con edad promedio de 75 años– y personas sanas de la misma edad. Un punto clave es que el estudio se realizó en Bogotá, que por estar a más de 2.500 msnm hace más difícil respirar y aumenta el déficit de oxígeno en la sangre”, explica el experto.

    Las muestras de sangre iniciales mostraban que en pacientes con EPOC la concentración de la proteína factor inducible por hipoxia (HIF-1), que es un “sensor” que se activa cuando hay hipoxia, es hasta un 130 % mayor que en sanos, y aunque este nivel es alto, una de las proteínas principales que se activa, llamada eritropoyetina, es hasta 60 % veces menor, y la tercera, denominada factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) un 20 %.

    “La eritropoyetina incrementa el tránsito de oxígeno, algo así como si hubiera una flota más grande de vehículos para resolver un problema de movilidad, mientras que el VEGF sería similar a si se aumentan los carriles por los que esos carros transitan, en este caso el oxígeno”, indica el investigador.

    Luego del programa de ejercicio físico 8-WVP (8-Week Variant Program) domiciliar realizado, que consistía en pruebas y ejercicios de resistencia, fuerza, flexibilidad y respiración, se observó que la VEGF aumentó su producción en un 40 %, la eritropoyetina en un 20 %, y el HIF-1 disminuyó en hasta un 30 %, lo cual quiere decir que no fue tan necesario que se activara frente a la hipoxia, lo cual es fundamental porque significa que las proteínas mejoran su funcionalidad gracias al ejercicio.

    “Hay que recordar que los participantes elegidos no tenían una vida física activa, lo cual es una constante en este tipo de edades con la enfermedad; se hizo otra prueba, pero esta vez no en laboratorio sino en la cotidianidad, en el test de caminatas de 6 minutos, se mostró que el promedio de pasos aumentó en un 110 %, además de la fuerza en brazos en un 60 % y de piernas en un 40 %; la dificultad para respirar disminuyó hasta en un 80 %, y el impacto de la enfermedad en la calidad de vida en un 60 %”, recalca el doctor.

    Añade que, estos hallazgos son pioneros, pues hasta la fecha no se conocía cómo se comportaban estas proteínas durante la EPOC, cómo cambiaban sus concentraciones según el ejercicio, y cómo se encontraban en altitudes como la de la Bogotá.

    Este programa de ejercicios, que también mejoró la respuesta cardiaca de los pacientes, ya se registró en las plataformas de la OMS y ha generado cartillas para que se siga promoviendo la búsqueda de soluciones más puntuales para cada persona.

    El investigador asegura que ya hay acercamientos con algunos hogares de cuidado del adulto mayor para empezar a implementar el programa en una mayor población, y que también se espera pueda servir como insumo para desarrollar mejores políticas públicas para este tipo de enfermedades, priorizando el bienestar y la calidad de vida de los pacientes.