Pat Farenga, presidente de la asociación mundial Jhon Holt en Estados Unidos y experto en educación en casa, define este mecanismo de formación sencillamente como: "La acción de tomar los niños y llevarlos del colegio a la casa educándolos allí e impartiéndoles instrucciones a través de diferentes fuentes".
Al respecto, Paula Rothermel, de la Universidad de Durham (Inglaterra) y quien es líder de la propuesta de la educación sin escuela en su país, junto a Erwin García, docente de la Universidad Nacional de Colombia, se unen a la discusión para aportar diferentes puntos de vista desde cada una de sus naciones.
Desde Inglaterra, por Paula Rothermel
"Hasta el momento, la educación sin escuela es bastante liberal en Inglaterra. Si usted no quiere mandar los niños a la escuela, no está en la obligación de reportarlo a ningún organismo estatal. Por el contrario, si usted retira a sus hijos de alguna institución educativa a la cual hayan estado inscritos, tiene la obligación de reportarlo a la escuela que instantáneamente lo informará al ayuntamiento.
Una vez el ayuntamiento se entera que usted está impartiendo a sus hijos la educación por su propia parte, es posible que organicen una visita. En este caso, no es obligación de la familia permitirles la entrada a la casa", asegura Rothermel.
"En mi país la ley actualmente es muy clara y expresa que la tarea de educar a los niños está a cargo de los padres y que, por ende, ellos pueden escoger entre mandarlos a la escuela o decidir por "la educación de otra forma". Pero aquí nace un problema, pues en ninguna parte queda estipulado lo que es "educación de otra forma".
El Gobierno inglés desea hacer un registro de las familias que hacen la educación en casa, pues hasta ahora nadie tiene idea de cuántas familias son. Después de este registro, las familias tendrán que hacerlo cada año.
Aún no es claro si será penalizado o no en los casos de las familias que no registren a sus hijos. Lo que sí es claro es que el ayuntamiento visitaría las familias cada año y decidirá si ellos pueden seguir o no con la educación de sus hijos. También, si el ayuntamiento lo considera, podrá tener una entrevista a solas con los niños", puntualizó la analista.
Desde Estados Unidos, por Pat Farenga
"En el caso de los Estados Unidos pasa algo similar que en Inglaterra y la educación en casa es estrictamente legal en todos los Estados del sistema federal, la diferencia es que el padre que ha decidido impartir formación a través de diferentes fuentes en el hogar debe tener un certificado emitido por las autoridades estatales.
Una de las dificultades que existen en la conceptualización de la frase "educación en casa", según es muy conocido, es el hecho de producir jóvenes solitarios que no generen vínculos o relaciones fuertes con la sociedad. Desde ese punto de vista, los padres tienen una responsabilidad enorme de encontrar mecanismos que permitan a sus hijos continuar integrados a la comunidad y al núcleo de la ciudad y de la sociedad en general.
Es importante inculcar a las familias que apenas comienzan el proceso de educar a sus hijos en el hogar que no se conviertan 100 por ciento en profesores, olvidando ser padres. Es importante que los niños no sientan que sus padres se han convertido en docentes, pues la familia es irreemplazable, mientras que con un profesor existe siempre la posibilidad de contratarlo en cualquier momento".
Desde Colombia, por Erwin García
"En Colombia tenemos casos registrados de jóvenes, preadolescentes, que sin haber ido nunca a la escuela, han presentado a los 12 años la prueba de validación del bachillerato y han sido titulados como bachilleres por el Icfes. También tenemos conocimiento de que algunos de ellos han ingresado a la Universidad a programas de bastante exigencia académica.
Es bueno que las personas en Colombia sepan que hay también casos de jóvenes a los cuales no les interesa la universidad. En Estados Unidos hay universidades como el (Instituto) Tecnológico de Massachusetts, la Universidad de Harvard y la Universidad de Yale que han desarrollado programas de búsqueda de jóvenes que no han ido a la escuela. Algunos de esos jóvenes han presentado las pruebas de ciencias básicas en Estados Unidos y han comenzado a destacarse.
En Colombia, por ejemplo, existe el caso ya documentado de Santiago Ramírez, un joven de 26 años que vende sus productos de diseño de animación en computador a una firma americana y a otra francesa, desde su apartamento en Bogotá.
Alrededor de la educación sin escuela existen conceptos que dicen que educación no es lo mismo que escuela, ni aprendizaje y conocimiento son equivalentes a una institución educativa. Desde mi punto de vista, lo que puedo decir es que algunos consideramos que la educación sin escuela no puede convertirse en un proyecto político dogmático para negar la escuela. Solo creemos que, a través de las investigaciones que hemos desarrollado, existen otras formas de aprender y buscar el conocimiento, que son alternativas a la escuela", finaliza García.
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