Ecografía mejoraría predicción de malignidad en nódulos tiroideos

La ecografía tiene la capacidad de diferenciar de manera adecuada los nódulos de baja y alta sospecha, es decir, si no es maligna, la ecografía lo detecta.

“Pero si la ecografía tiene alta sospechosa para malignidad, ese paciente tiene cáncer, incluso si la biopsia del paciente no sugiere que haya cáncer, por lo que debe considerarse repetir la biopsia e incluso darle más importancia al resultado de la ecografía”, afirma Diego Armando Guerrero, especialista en Radiología e Imágenes Diagnósticas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

Usualmente, la detección de esta lesión se puede realizar, palpando la parte delantera del cuello -por debajo de la nuez de Adán- donde se ubica la tiroides, glándula en forma de mariposa que mide alrededor de 5 cm de diámetro.

También, mediante imágenes diagnósticas utilizada con pacientes en los que hay sospecha de cáncer, o puede ser un hallazgo incidental, es decir, “puede pasar que a un paciente con dolor de garganta le realicen una tomografía de cuello sin tener nada que ver con su molestia, y es ahí donde en ocasiones se identifica que existe esta lesión dentro de la tiroides”, menciona el experto.

Indica que, para el diagnóstico del nódulo tiroideo, casi siempre se parte desde la identificación de factores de riesgo, por ejemplo: historial de cáncer de tiroides en la familia, tener enfermedad de la tiroides o haber sido sometido a radiación en la cabeza y en el cuello.

“Cuando el paciente acude por cualquier motivo al médico y él identifica estos factores de riesgo, el especialista va a indicar la realización de algún estudio para determinar la presencia del nódulo y es ahí donde la ecografía juega una función importante”.

Los nódulos sólidos o llenos de líquido que se dan dentro de la glándula de la tiroides se presentan con alta frecuencia; estudios postmortem indican que 1 de cada dos pacientes tiene nódulo tiroideo y en ecografía uno de cada 3 pacientes tiene nódulo tiroideo. Pese a ello, representan una dificultad para el médico especialista, pues al no generar una sintomatología específica, quienes los padecen no recurren a consulta médica y por esta razón no se pueden detectar a tiempo y realizar a un tratamiento oportuno.

El examen diagnóstico de la ecografía llegó a Colombia hacia el año 1957, consiste en la colocación de un equipo (transductor) sobre la piel, que emite ondas de sonido, y estas luego regresan a dicho equipo, generando una imagen según las estructuras que se encuentran en todo el trayecto que recorren.

Rendimiento de la ecografía

Para el análisis del rendimiento que tiene dicho examen se tuvieron en cuenta características de las escalas mencionadas en la literatura, tales como: la composición del nódulo, su forma, los márgenes, si tenían o no calcificaciones en su interior, el tipo de calcificaciones con su respectivo tamaño. Cada una de ellas fue evaluada de manera independiente.

El especialista Guerrero realizó su estudio con 667 pacientes del HUN, de los cuales 151 fueron operados; estos fueron seleccionados al ser sometidos a biopsias de tiroides por nódulo tiroideo, que fueron guiadas por ecografía.

Los datos de cada caso fueron sometidos a un análisis matemático de epidemiología, y se obtuvo la información de qué tan importante es la ecografía para predecir malignidad y qué tanto rendimiento diagnóstico tiene.