En el Festival del Campo en la vereda San Ramón, del municipio de Guachucal (Nariño), que contó con la asistencia de 500 personas, la Universidad entregó tres nuevos cultivares de papa con mayores niveles nutricionales, contenido de hierro y un buen balance de aminoácidos.
Las nuevas variedades, conocidas como dorada, sua pa y ocarina, ofrecen mayor rendimiento y resistencia a la gota (enfermedad característica de estos cultivos), así como alta calidad nutricional.
La profesora Teresa Mosquera, investigadora principal del proyecto "Mejoramiento de la producción de papa para contribuir a la seguridad alimentaria de familias vulnerables de Nariño", afirma que se espera que los cultivares entregados, se reflejen pronto en todo el país.
"Estamos aportando material de excelente calidad a 500 agricultores, para que lo usen como capital semilla en sus próximas siembras", explicó la investigadora.
Durante el Festival del Campo, también fue entregada una colección de germoplasma, la cual brinda información y caracterización de los 120 materiales de papa que los agricultores protegen y que la Universidad Nacional devuelve para que dicho conocimiento no se pierda.
Dentro del proyecto se elaboró la cartilla Saberes y sabores de las comunidades nariñenses, con el propósito de conservar el conocimiento ancestral, gastronómico y nutricional de este alimento.
Asistentes de Pasto, Túquerres, Ipiales y Cumbal, entre otros, se encontraron para presenciar de primera mano la culminación del proyecto realizado por la U.N., junto con las universidades de McGill y Brunswick (Canadá).
Comunidades campesinas e indígenas, alcaldías municipales, autoridades de los cabildos, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Corpoica, la Universidad de Nariño y la Fundación Pro del Surco Nariño (Fundelsurco) apoyaron las actividades del proyecto.
Libardo Benavides, alcalde del municipio de Guachucal y egresado de la Facultad de Medicina de la U.N., resaltó la importancia de tener una investigación de este producto base de la canasta familiar de la región.
El proyecto comprende un trabajo interdisciplinario que durante dos años y medio abarcó un estudio profundo del estatus nutricional y del patrón de consumo de la población nariñense vinculada a la cadena productiva de la papa.
Otro frente sociológico investigó los roles de la mujer y la familia, su nutrición y cuidado. De igual forma, se promovió la adopción de prácticas agrícolas más productivas y amables con el ambiente, se estableció la calidad nutricional de papas amarillas y se avanzó en el conocimiento de su genética básica.
"Vale la pena destacar el proceso de investigación en el mejoramiento de la semilla, pero también es importante el factor humano, la importancia que se le dio a la seguridad alimentaria, no solo en el consumo de alimentos sino también en la nutrición espiritual y en el rescate de valores y tradiciones de quienes participaron en el programa", señaló el alcalde.
La iniciativa evolucionó con un modelo interdisciplinario que guardó un balance entre investigadores de Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. La genómica, la metabolómica y la química, entrelazadas con investigaciones en género, desarrollo social y nutrición, presentaron resultados que benefician a la comunidad con la obtención de nuevos cultivares y mayor conocimiento de su seguridad alimentaria.
La investigación contó con la financiación del Gobierno canadiense mediante el International Development Research Center (IDRC) y el Department of Foreign Affairs Trade and Development (DFATD).