Distribución urbana de Ibagué limita el desplazamiento dentro de la ciudad

Así lo determinó Juan Guillermo Zuluaga Villermo, magíster en Ingeniería - Infraestructura y Sistemas de Transporte de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, tras estudiar el comportamiento de la movilidad en Ibagué y la dificultad en el acceso territorial para ir a la escuela, al trabajo o hacer diligencias en diferentes puntos de la ciudad.

“Aunque se cree que para solucionar los trancones de las ciudades se deben construir más vías o aumentar el número de calzadas de las que ya están en operación, se trata más de un problema conocido como ‘accesibilidad territorial’ en donde se limitan los desplazamientos de los habitantes en la ciudad, así no habría que moverse”, menciona el ingeniero Zuluaga.

Durante dos meses, y a través de un Sistema de Posicionamiento Global (GPS), el investigador recopiló en una base de datos una serie de desplazamientos en colectivo de servicio público, carro, moto y bicicleta, los modos de transporte más usados en la ciudad.

De igual manera, apoyado en los registros del DANE, identificó que de los 550.000 habitantes, el 39 % usa el bus como transporte público urbano, 21 % camina, 17 % utiliza motocicleta, 16 % tiene vehículo privado, 6 % utiliza taxi y un 1 % emplea el “caballito de acero” para movilizarse.

Así, evidenció que la ciudad cuenta con dos empresas colectivas que ofrecen más de 100 rutas con retrasos en sus recorridos de hasta más de 10 minutos; a esto se suman los más de 3.000 vehículos y motocicletas que transitan por sus calles, y que el mototaxismo, servicio de transporte que además de ilegal, afecta la movilidad, en especial en horas pico.

“Normalmente en horas valle o de poca movilidad la ciudad se puede recorrer entre 12 y 24 minutos máximo, pero en horas pico supera 1 hora”, menciona el ingeniero.

Con los resultados obtenidos en su trabajo, el magíster considera que “para solucionar este tipo de problemáticas, ciudades como Bogotá, Cali o Barranquilla adecuan o construyen vías alternas, pero Ibagué tiene suficientes”.

“Tampoco es necesario incorporar más empresas de transporte, sino reducir la salida de estos de 10 a 4 minutos, lo que mejoraría en un 70 % el acceso de los usuarios a sus lugares de destino, y los ibaguereños minimizaría el uso de la moto o el carro para movilizarse en la ciudad”.

Por último, apoyado en los resultados de su trabajo, el ingeniero propone reevaluar el POT, pues aunque en los últimos años la gestión social ha permitido construir megacolegios, escenarios deportivos y un servicio de salud, estos se siguen ubicando a más de 10 km de las zonas urbanas o residenciales de la ciudad, lo cual termina por dificultar la movilidad.