Disminuir la deserción universitaria, el reto del Peama en la UNAL Sede Amazonia
El Peama está dirigido a los bachilleres de las zonas donde la Universidad tiene Sedes de Presencia Nacional, antes conocidas como Sedes de Frontera: Amazonia, Caribe, Orinoquia y Tumaco.
Este les permite ingresar a cualquiera de los programas de pregrado en diferentes áreas. Para el caso de la Sede Amazonia, los inscritos deben tener domicilio en alguno de los departamentos de la región: Amazonas, Guainía, Guaviare, Putumayo y Vaupés, y en el corregimiento de Araracuara (Caquetá).
Un estudio realizado por académicos de la Sede entre 2008 –cuando se empezó a ofrecer el Peama– y 2014 evidenció que los factores que más inciden en la deserción académica de los beneficiarios fueron: la carrera y el número de periodos académicos cursados; la sede de movilidad donde deben continuar con la carrera, y variables socioeconómicas como género e ingreso familiar. Se destaca que la condición étnica no tiene ninguna incidencia sobre la tasa de deserción.
“La mayoría de los estudiantes Peama provienen de los estratos 1 y 2, y en menor medida del 3. Las pocas fuentes de ingresos en la región y el bajo nivel económico de casi todos los estudiantes los pone en una situación de vulnerabilidad frente a su permanencia en la Universidad”, indican los profesores Carlos Adrián Saldarriaga y Tesorio Manduca, de la UNAL Sede Medellín, y Germán Ignacio Ochoa, de la UNAL Sede Amazonia.
En la evaluación del mismo periodo –realizada por las profesoras Dany Mahecha y Damaris Gómez, de la UNAL Sede Amazonia– se estableció que la tasa de deserción en 2010 fue del 17 %, en 2011 del 24 %, y en los años siguientes el porcentaje aumentó. Además se identificó que de los 728 beneficiados en ese lapso, aquellos que cursaban carreras relacionadas con las Ciencias presentaron mayor deserción (60,9 %), siendo las áreas de la salud (21 %) y las ingenierías (48,5 %) las que registraron mayor abandono de los estudios, situación que impacta de manera negativa personal, familiar, institucional y socialmente.
“Por ejemplo, en lo personal y familiar, el estudiante implicado pierde la oportunidad de hallar un mejor empleo. Además, para las universidades invertir recursos en personas que no cumplen sus aspiraciones de formación profesional las perjudica económicamente. En lo social, aumenta el subempleo, se reduce la formación de talento humano, se mantienen ciertos círculos de pobreza y hay escasez de nuevos conocimientos”, indican en su estudio los profesores Saldarriaga, Manduca y Ochoa.
Ante dicho escenario, el profesor Alan Wood, excoordinador de la Unidad de Docencia y Formación de la UNAL Sede Amazonia, relata que “a fin de propiciar la oportuna culminación de los programas y mejorar la calidad de vida de los universitarios, entre 2015 y 2019 se fortaleció la Oficina de Enlace en la UNAL Sede Bogotá, de manera que se pudiera optimizar el seguimiento de los beneficiarios cuando inician su movilidad académica hacia las Sedes Andinas”.
Al respecto, la psicóloga Liliana López, coordinadora de Bienestar Universitario de la Sede, explica que “así se implementó la Unidad de Docencia y Formación, que une lo académico con el área de Bienestar Universitario, e inició el apoyo de alojamiento y los bonos alimentarios”.
Además de incluir más carreras en la oferta del Peama, se incrementaron los cupos y el área de influencia, que en el caso de la Sede Amazonia, además de los ya mencionados, también están los municipios de Piamonte, en Cauca, La Macarena, Puerto Córdoba y Mapiripán en Meta, y Cumaribo en Vichada.
Datos recientes revelan un panorama más alentador, indicando que la tasa de alumnos en movilidad que cursaron tres o más semestres en 2015 era del 5 %, y en 2019 se incrementó al 22 %. Sin embargo, las dificultades para muchos de ellos no han desaparecido.
En ese sentido, Bienestar Universitario vienen reforzando estrategias en las áreas de actividad física y deporte, acompañamiento integral y gestión, y fomento socioeconómico que garanticen la permanencia de los 179 alumnos de pregrado y posgrado que hoy estudian en la Sede Amazonia. Dicho acompañamiento les permite a los jóvenes adaptarse a los cambios que implican el acceso a la educación superior, en consecuencia, este año las estadísticas muestran solo un 10 % de deserción en los alumnos del Peama.