Este iniciativa, junto con otras como Apropiación del parque San Rafael y Hortalizas de Villa Rosita, fueron socializadas por la Universidad Nacional en un taller realizado en el marco del Encuentro Latinoamericano de Innovación Social desde el Sector Público, en la Universidad de los Andes. Se trata de algunas de las propuestas que desde el diseño y la innovación social buscan combatir la pobreza extrema.
Las violetas, espacio de convivencia, es el proyecto de cinco estudiantes de Diseño Industrial de la U.N., que alude a una zona en la localidad de Usme, al suroriente de Bogotá, donde conviven 60 familias que dependen de la agricultura y la ganadería.
Diana Romero, Ana María Fonseca, Henry Arbeláez, Daniel Salazar y Mateo Jamaica, trabajaron en la comunidad como mediadores para elaborar una huerta comunitaria que implementó el diseño participativo, con el fin de potencializar este tipo de iniciativas comunitarias.
Para esto, se realizó una prueba piloto en la que se utilizaron materiales de bajo costo como botellas plásticas transformadas en materas para la producción de esta huerta comunitaria.
Como subraya Daniel Salazar, no se trata de un producto o servicio, sino de un sistema de integración que busca generar oportunidades para que la misma comunidad lo desarrolle.
Desde este punto de vista, el diseñador es un facilitador de herramientas para la comunidad bajo la premisa de que todos pueden desarrollar la creatividad para la resolución de conflictos. "Las problemáticas complejas de una comunidad específica que se resuelven desde su base social generan un cambio en el pensamiento del grupo y propician la oportunidad de desarrollo productivo", asegura el estudiante Salazar.
Según Andrés Sicard, coordinador del programa de Diseño industrial y líder del proyecto, todos los seres humanos tienen la capacidad de innovación y creatividad, pero la condición de pensar esos problemas desde la lógica del diseño es particular.
Pensar diseño es anticipar o proyectar una solución a futuro con una clara conciencia de lo que se puede lograr, advierte. "Lo que hacemos se articula a la realidad social y a las soluciones de diseño que están en el territorio que la gente ha sido capaz de construir, para resolver un problema".
Para el docente, el diseño hace explícito los valores intrínsecos y los hace brillar; le incorpora elementos profesionales en cuanto a forma, modelo de negocio, replicabilidad y sostenibilidad; además, acompaña colectivamente el ejercicio de co-diseño que empodera a la comunidad para que se convierta en un modelo envidiable que todos quieran copiar.
Orígenes del proyecto
El espacio académico alrededor de la innovación social, para dar a conocer proyectos como los expuestos por la U.N., nació hace año y medio en la Universidad de los Andes. La experiencia, como cuenta el profesor Sicard, abrió el escenario para articular esta actividad con la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema (ANSPE) a través de la creación de un laboratorio de innovación social.
Luego se involucró a la Red Académica de Diseño (RAD), con el fin de que participaran todas las escuelas de diseño. Desde la Universidad Nacional se creó la asignatura de Diseño, Cultura y Sociedad, y otras dos en Diseño Gráfico. A partir de esto, tales asignaturas dejaron las aulas de clase para incorporar la responsabilidad social y mejorar las condiciones y calidad de vida de las comunidades. El diseño no se podía quedar en el salón de clase, había que ponerse en contacto con la realidad social y humana, para proponer una solución articulada, explica el profesor Sicard
A partir de entonces la U.N. se vinculó a proyectos y a programas de políticas públicas del Distrito y del Estado, a través del laboratorio de innovación social de la ANSPE.
A este proyecto se articula la Secretaría Distrital de Hábitat apoyando puntualmente dos programas: "Ecobarrios y mejoramiento integral de barrios", en Bogotá.
A futuro la U.N., con el liderazgo del profesor Sicard, se tiene proyectado abrir un observatorio de innovación social, con el fin de que el diseño no solo se ligue con la industria, sino que le apueste al campo social.