En el proyecto, que hace parte del programa Viviendas Bioclimáticas, trabajan el Grupo de Investigación en Georrecursos, Minería y Medio Ambiente (Gemma), de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín, en asocio con el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas no Interconectadas (IPSE).
Este contempla la elaboración de tres casas en zonas no interconectadas como Isla Fuerte, Nazareth y Titumate, en el Chocó. Así se reduce el uso de madera y se evita que el humo quede dentro de las casas.
Oswaldo Serna, investigador del grupo Gemma, explicó: "Nos basamos en diseños que se utilizan en otras partes del mundo. El fogón consta de un mesón de 70 centímetros que tiene en la parte superior tres hornillas (de 10 cm cada una), y un cajón en la parte de abajo para el almacenamiento de leña.
"Lo que se propone es utilizar materiales propios de las zonas: barro, piedra y paja. Es un fogón económico, pues su costo oscila entre 60 y 90 mil pesos", dijo Juan Diego García, arquitecto constructor de la UN.
El proyecto está acompañado de manuales que incluyen ocho diseños diferentes, y serán entregados a los habitantes de las zonas para que ellos mismos los construyan y los adapten a sus necesidades.
Este es considerado como un programa estratégico por el bien de la salud de las personas, debido a que cocinar con madera y carbón es tan nocivo como fumar cigarrillo, pues también produce cáncer de pulmón.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 90% de las viviendas rurales en el mundo utilizan para cocinar carbón vegetal, estiércol, madera o residuos de la agricultura como la caña del maíz, entre otros.
"Estos combustibles sólidos son incinerados en estufas con combustión ineficiente y con sistemas de ventilación muy pobres. En tales condiciones, su uso genera emisiones cargadas de sustancias deletéreas para la salud humana (por ejemplo partículas respirables y monóxido de carbono) en concentraciones muy por encima de los estándares permitidos a nivel internacional", dice el informe de la OMS.
Fernando De la Hoz, profesor de la Facultad de Medicina de la UN en Bogotá y coordinador del Doctorado Interfacultades en Salud Pública, explicó que el humo de leña es como el del cigarrillo y está asociado al aumento de cáncer de pulmón: "La gente empieza a consumir tabaco desde los 12 años, mientras que muchos están expuestos al humo de leña desde que nacen", asegura.
Para el médico, el uso de fogón de leña es más letal debido a que produce más enfermedades respiratorias como asma en los niños y en los adultos, e incluso bronquitis crónica.
Según explicó De la Hoz, un 20% de las familias en el país cocinan con carbón de leña. De esa cifra, el 70% corresponde a pobladores rurales y el 10%, a personas que viven en extrema pobreza en las grandes ciudades y que no tienen la posibilidad de usar fogón eléctrico o a gas.
Recomendaciones
Alfredo Saavedra, profesor de neumología de la sede Bogotá, explicó que, "en la medida en que la exposición al humo es mayor, continua y en ambientes cerrados, existe mayor complicación en la salud".
El médico recomendó a las personas que cocinan con leña que lo hagan en ambientes abiertos y espaciosos. "Una costumbre común en nuestros campesinos es que ponen el mismo comedor dentro de la cocina, la idea es individualizar los dos ambientes. También, tratar de tener chimeneas o desfogues para que disminuya la contaminación dentro del hogar", explicó.