Diálogo multiestamentario en la UNAL Sede Bogotá permite acuerdo y reinicio de clases

Simultáneamente a este proceso “se avanzó en unos diálogos con los estudiantes que realizaban acciones de protesta en los edificios Uriel Gutiérrez y Camilo Torres, las cuales se dieron por finalizadas, lo que también nos permitirá retomar la gestión académico-administrativa desde estos espacios, después de unas adecuaciones locativas, limpieza y elaboración de inventario”, afirma la profesora Carolina Jiménez Martín, vicerrectora de la UNAL Sede Bogotá.

La académica señala que “en el escenario de la decisión que toma el Consejo Superior Universitario el 6 de junio, de designar al profesor Leopoldo Múnera Ruiz como Rector, genera un ambiente más favorable para intentar encontrar una salida a la crisis; sin embargo, el ejercicio de estos tres meses y medio, deja claro que la demanda de los diferentes estamentos no se circunscribía exclusivamente al respeto a la consulta, sino a una serie de asuntos que debían ser abordados”.

“Era necesario encontrar caminos que les permitieran a las directivas asumir una serie de compromisos dirigidos a establecer una nueva ruta para la Universidad”.

Así, mediante el Comunicado núm. 5, el 18 de junio la Rectoría manifestó:

“Atendiendo al llamado de los diferentes estamentos que componen la comunidad universitaria, y reconociendo la importancia del diálogo para la consolidación de una vida democrática en la Universidad, fundamentales para resolver la crisis que atraviesa la Institución, la Rectoría y las Vicerrectorías convocamos a los estamentos profesoral, estudiantil y de trabajadores a participar en una mesa de diálogo nacional para la construcción de acuerdos alrededor de las exigencias de la comunidad universitaria, que permitan retornar con regularidad a las actividades misionales, así como definir una ruta para el proceso constituyente universitario”.

Para avanzar en este propósito se propuso trabajar en dos niveles: el primero, “mediante mesas de diálogo a nivel de sede, que debían garantizar la participación multiestamentaria con el fin de discutir las garantías en términos académicos y de bienestar para cumplir todas las funciones misionales y definir los temas que se abordarán en la mesa de diálogo nacional y la puesta en marcha del proceso constituyente universitario. También se deberá establecer la delegación que hará parte de la mesa de diálogo nacional. Es necesario iniciar este diálogo lo más pronto posible”.

El segundo nivel es “la Mesa de diálogo nacional, en la que se identificarán y articularán los temas propuestos por cada una de las mesas de sedes y se determinará la metodología del proceso constituyente universitario; estará compuesta por la delegación multiestamentaria de la comunidad universitaria definida en los espacios de cada mesa de diálogo a nivel de sede y por una comisión del equipo rectoral”.

Después de esta comunicación, la Vicerrectoría de la UNAL Sede Bogotá convocó a la comunidad universitaria de la Sede a la instalación de las mesas de diálogo que abordarían las garantías para regularizar las actividades académicas y los ejes de discusión de las asambleas.

Estos espacios con representación permitieron avanzar en la construcción de acuerdos para una culminación responsable y rigurosa del primer semestre académico de 2024, y generaron insumos para la mesa nacional.

La mesa de la Sede Bogotá se instaló el 24 de junio y finalizó el 4 de julio, con un acuerdo que permitirá fortalecer las actividades académicas, administrativas y de bienestar, y retomar con regularidad las actividades académicas y universitarias a partir del lunes 22 de julio.

“Fueron diálogos muy profundos, con mucha propuesta y capacidad creativa desde todos los estamentos; producto de esos diálogos y esas deliberaciones alcanzamos el acuerdo, que fue refrendado la tarde del martes 9 de julio”, explica la vicerrectora Jiménez.

Acuerdos para el fortalecimiento de la Institución

En el documento del Acuerdo se lee: “las discusiones permitieron reconocer a la comunidad universitaria como un sujeto activo de la Institución y destacaron el valor que tiene la democracia participativa para la vida universitaria”.

Los ejes temáticos acordados, discutidos y fuente de acuerdos del proceso multiestamentario fueron: garantías urgentes, bienestar, cuerpos diversos, infraestructura, garantías académicas y de participación, pueblos indígenas, y posgrados, además de los aspectos financiero y constituyente.

Por ejemplo, con respecto a las garantías académicas, que se irán dando a conocer mediante los diferentes canales de comunicación de la Sede, “se estableció que la primera semana, a partir del 22 de julio, sea de un proceso de adaptación académica, es decir que no sean clases con nuevos contenidos, sino que sea un tiempo destinado a revisarlos. En la segunda semana, iniciar con nuevos temas; y en la tercera realizar evaluaciones; también algunas garantías referidas con cancelación de asignaturas y pérdida de créditos, cargas mínimas, etc.”.

“El objetivo, tal y como ya sucedió en el marco de la pandemia por Covid-19, es generar esa excepcionalidad, que solo tiene el Consejo Superior Universitario, para finalizar un semestre académico con excelencia”, anota la vicerrectora Jiménez.